Pekín pone en cuarentena a 4.000 personas y aísla otro gran hospital
El Gobierno desmiente que vaya a declarar la ley marcial y a sellar la capital por la neumonía
Las autoridades de Pekín pusieron ayer en cuarentena a 4.000 personas que han estado en contacto cercano con otras que han mostrado síntomas de neumonía asiática. Los aislados han recibido orden de permanecer en sus viviendas. La decisión se produjo el mismo día en que fue aislado otro de los grandes hospitales de Pekín, el Ditan, uno de los centros de referencia de tratamiento de la enfermedad, que tiene 500 camas. Ante el temor de la población, el Gobierno se vio obligado a desmentir los rumores de que va a declarar la ley marcial y cerrar la capital para controlar la enfermedad.
Guo Jiyong, subdirector general del departamento de Sanidad de Pekín, no dio detalles sobre dónde viven los afectados por la cuarentena, ni cuánto tiempo deberán permanecer aislados, pero sí señaló que son unos 4.000. El aislamiento del Ditan se produce sólo un día después de que también fuera cerrado el Hospital del Pueblo de la Universidad de Pekín, con más de 1.000 camas. La universidad aseguró el jueves que los pacientes de este centro habían sido transferidos a otros, pero Cai Fuchao, director del Departamento de Propaganda del Comité Municipal de Pekín del Partido Comunista, aseguró ayer que habían sido trasladados sólo los que padecen neumonía.
La decisión del Gobierno municipal de Pekín de poner en cuarentena este segundo hospital, especializado en la terapia de enfermedades infecciosas, parece indicar que la neumonía se ha propagado dentro del propio centro, donde las autoridades dijeron la semana pasada que había 25 personas en tratamiento. Algunas fuentes internas aseguraron ayer que ya hay un centenar de infectados. El Ditan es uno de los seis centros designados en Pekín para atender a pacientes de neumonía atípica. La mayoría de sus médicos estaban ya viviendo en un hotel cercano y no regresaban a sus casas.
En Taiwan, otro hospital, el Taipei Municipal Ho Ping, sufrió la misma medida el pasado jueves, tras descubrirse más de 25 casos sospechosos del denominado síndrome respiratorio agudo grave (SARS, siglas en inglés). Como consecuencia, más de 1.100 médicos, enfermeras, pacientes y visitantes tendrán que convivir entre sus paredes sin poder salir durante dos semanas.
La decisión provocó las protestas de algunos trabajadores, que gritaban por las ventanas que no están enfermos. "Poner en cuarentena a la gente va contra la ley. No nos tratéis como a pájaros con la gripe del pollo o a cerdos con la peste porcina", decía un cartel. Taiwan, que ha aplicado fuertes medidas de control y de cuarentena, sólo ha registrado hasta ahora 49 casos probables. En todo el mundo han muerto 274 personas y han resultado infectadas 4.649.
Pekín, donde se ha extendido el nerviosismo y las calles empiezan a tomar un aire de domingo, vive envuelta en los rumores facilitados por el secretismo que durante semanas ha presidido la gestión de la enfermedad por parte de las autoridades. Hasta que el pasado domingo comenzaron a destapar casos. Desde entonces el número de infectados en la capital ha pasado de 37 a 877 y el de fallecidos de cuatro a 42. Cada día han ido surgiendo un centenar de casos.
Según fuentes occidentales, Pekín saca a la luz los enfermos que hasta ahora había ocultado, lo cual se suma a los nuevos casos que se estén produciendo. "La situación será realmente grave si dentro de un tiempo seguimos a este ritmo", aseguran.
China anunció ayer 179 infectados en todo el país, lo que eleva el total a 2.601, y cinco víctimas mortales, hasta 115. Un total de 1.277 personas han sido dadas de alta. A principios de mes, la capital cerró el Hospital General de la Policía Armada después de que algunos de sus empleados contrajeran la neumonía atípica.
En algunas carreteras de acceso a Pekín se han colocado controles, informa AFP. La policía asegura que el objetivo es impedir que la gente entre en la vecina provincia de Hebei, donde hasta ahora sólo se han registrado seis casos. "Si no tienen el certificado médico que pruebe que no padecen el SARS no les dejaremos pasar", dijo ayer un agente con mascarilla.
Las autoridades se vieron obligadas a desmentir que vayan a declarar la ley marcial para controlar la propagación de la enfermedad. "El Gobierno no va a cerrar las autopistas y el aeropuerto por este motivo", dijo Cai Fuchao. La frase no incluyó los ferrocarriles.
Hong Kong registró ayer 22 nuevos infectados y seis víctimas mortales, lo que eleva las cifras totales a 1.510 y 115. Fueron dadas de alta 47 personas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Cuarentena
- Epidemiología
- Hong Kong
- SARS
- Taiwán
- Coronavirus
- Clínicas
- Neumonía
- Enfermedades respiratorias
- Prevención enfermedades
- Transmisión enfermedades
- Virología
- Microbiología
- Hospitales
- China
- Enfermedades infecciosas
- Asia oriental
- Enfermedades
- Asia
- Gobierno
- Asistencia sanitaria
- Especialidades médicas
- Administración Estado
- Medicina
- Sanidad