Cuatro altos funcionarios españoles participarán en la Administración de Irak

España enviará a Irak a cuatro funcionarios de máximo nivel expertos en el área militar, en ayuda humanitaria y derechos humanos, en reconstrucción del patrimonio cultural y en planificación económica. Los cuatro se incorporarán a la Administración interina que presidirá el general estadounidense Jay Garner. El Gobierno decidió ayer ampliar el contingente militar en Irak, que podrá pasar de 1.100 a 1.500 soldados. Próximamente será enviada para tareas de seguridad una unidad del Ejército de Tierra, con unos 320 militares. El buque Marqués de la Ensenada y la fragata Reina Sofía van a regresar a España.

El Consejo de Ministros aprobó ayer dos reales decretos referentes a la situación de Irak: para crear el Comisionado del Gobierno para la reconstrucción iraquí, que encabezará el secretario de Estado de Defensa, Fernando Díez Moreno, y para remodelar el contingente militar español enviado a Um Qsar hace un mes. La decisión fue adoptada tras la reunión que el jueves por la tarde realizó en el palacio de La Moncloa el gabinete de seguimiento de la crisis de Irak, presidido por el vicepresidente primero, Mariano Rajoy.

Estados Unidos ha indicado a España cuatro funciones prioritarias en la reconstrucción de Irak: el asesoramiento en la reorganización del Ejercito iraquí; la organización de la ayuda humanitaria y la vigilancia del respeto a los derechos humanos; la planificación económica y la rehabilitación del patrimonio cultural, muy dañado por la guerra. Cada una de estas cuatro áreas contará con un representante español al máximo nivel, que asesorará al presidente de la Administración promovida por EE UU y Gran Bretaña, el general estadounidense Jay Garner. El general Luis Feliú será el representante español en el área militar y Miguel Benzo, alto funcionario de Asuntos Exteriores, dirigirá el área de ayuda humanitaria.

España también participará en otras funciones a niveles menores, como la planificación del sistema educativo, la gestión de las ciudades, la recuperación de la red de suministro de agua potable, de la red eléctrica, y en el asesoramiento para redactar la futura Constitución de Irak. Decenas de funcionarios españoles cualificados se incorporarán en todas estas tareas. Serán seleccionados por el Comisionado del Gobierno español para la reconstrucción iraquí entre los voluntarios que se presenten en los diversos ministerios.

Envio de 350 legionarios

También aumentará la presencia de militares españoles en Irak, que podrá pasar de los 1.100 efectivos actuales a 1.500. Se efectuará de forma progresiva, según las necesidades, tal y como establece el real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros. El Gobierno enviará próximamente a Irak a 350 legionarios, y a otros 85 militares especialistas en comunicaciones y apoyo logístico, que sustituirán a efectivos trasladados en la fragata Reina Sofia y en el buque Marqués de la Ensenada, cuyo regreso es inminente.

Los legionarios trabajarán en misiones de seguridad y apoyo a los 400 efectivos que operan en la zona situada entre Um Qsar y Basora. El Gobierno estudia también también la posible incorporación al contingente de unidades y efectivos de otros países.

El vicepresidente primero del Gobierno aseguró ayer que el Gobierno no ha adoptado aún ninguna decisión sobre el posible envío de miembros de la Guardia Civil y de la Policía a Irak, aunque no descartó que se haga más adelante, como sucedió en las guerras de Kosovo y Afganistán. La misión de los legionarios tiene como prioridad la ayuda humanitaria, aunque progresivamente asumirán otras funciones como la seguridad, cooperación en tareas de limpieza minas y eliminación de armas.

El Gobierno pretende que sea la ONU la que asuma la dirección de la reconstrucción de Irak, pero ayer Rajoy precisó que "en un primer momento, lo lógico es que sean los países de la coalición que intervinieron contra el régimen de Sadam Husein los que asuman las responsabilidades más urgentes". "Hay que tener en cuenta que ahora no hay Estado en Irak", subrayó Rajoy.

Estabilidad y orden

El vicepresidente precisó que la colaboración española en la transición iraquí se desenvolverá entre una primera fase de ayuda humanitaria, estabilidad y orden, que irá acompañada de la creación de un Gobierno interino, y una segunda fase, "la más importante", dedicada a la "reconstrucción institucional y material" del país, en la que la ONU "debe jugar un papel básico".

Por su parte, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, anunció que la próxima semana se reunirá el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, con representantes de la CEOE para exponerles las oportunidades para invertir en Irak. Recordó, no obstante, que el papel del Gobierno es meramente informativo y serán los empresarios los que tomen la iniciativa.

El Gobierno pretende que el papel de la misión española en Irak lo coordine el Comisionado del Gobierno, que presidirá Fernando Díez Moreno. El decreto de creación, que ayer aprobó el Consejo de Ministros, hace depender este nuevo organismo de la Comisión Delegada del Gobierno para situaciones de crisis, de tal manera que será este organismo el que apuebe el plan de acción para Irak que elaborará el Comisionado.