Pekín cierra los colegios y deja en casa a 1,7 millones de alumnos por la neumonía

China ha dado un paso drástico. El Gobierno ha ordenado cerrar dos semanas todas las escuelas de primaria y secundaria de Pekín como medida preventiva ante la neumonía, que sigue propagándose en la capital. La medida, que afecta a 1,7 millones de estudiantes, sigue a la adoptada por algunas universidades el pasado lunes. Las autoridades anunciaron ayer 105 nuevos infectados y siete fallecidos en la ciudad. El Consejo de Estado creó un grupo especial de trabajo y un fondo de 2.000 millones de yuanes (220 millones de euros) contra la enfermedad.

Algunos colegios de la capital ya cerraron las puertas a principios de semana, pero a partir de hoy serán todos. La habitual imagen de miles de niños que se desplazan a diario por las calles de Pekín en bicicleta, en chándal y con la mochila, desaparecerá durante un tiempo. En la ciudad la preocupación ha subido de tono en los últimos días, a medida que las autoridades han ido destapando casos. En cuatro días, la capital ha pasado de contar con 37 infectados y cuatro fallecidos a 693 y 35, respectivamente.

¿Se trata de nuevos enfermos o de casos que se están sacando a la luz en dosis programadas, después de haber estado ocultos durante semanas? Las autoridades no lo han aclarado, pero, según algunos observadores, es en parte lo segundo. "Durante algunos días vamos a ver cómo aparecen cifras importantes", asegura un europeo con larga experiencia en el país.

El Gobierno de Pekín también ha decidido poner en cuarentena a los edificios (y sus residentes) en donde haya arraigado el virus, según anunció anoche la agencia oficial Xinhua. Las autoridades tomarán "medidas coercitivas" con quienes se nieguen a cooperar".

100 infectados más al día

Desde el domingo, el número de infectados en Pekín ha crecido al ritmo de más de 100 diarios, lo que ha convencido a muchos universitarios de que lo mejor que se puede hacer es irse de esta ciudad de 14 millones de habitantes y volver a sus hogares en provincias: precisamente lo que pretenden evitar las autoridades. Cientos de habitantes de la capital, protegidos con mascarillas, se arremolinaban ayer para abordar los trenes que salen de la capital.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó ayer sus recelos. "El equipo de investigación está preocupado porque no se le permite ir a provincias, que tienen un nivel más deficiente de servicios", señaló David Heyman, director ejecutivo de Enfermedades Transmisibles de la organización.

El grupo de trabajo creado ayer por las autoridades para hacer frente a esta crisis (la mayor que afronta el Gobierno desde las manifestaciones y la masacre de Tiananmen en 1989) será dirigido por la viceprimera ministra Wu Yi, que según el diario de Hong Kong Ta Kun

g, próximo a Pekín, va a sustituir como ministro de Sanidad a Zhang Wenkang, que junto con el alcalde de Pekín fue destituido de su cargo en el partido el fin de semana pasado.

El fondo creado por el Consejo de Estado, de 2.000 millones de yuanes, será utilizado para financiar el tratamiento de los campesinos y habitantes pobres de las ciudades, para mejorar las redes hospitalarias y para investigación. Además se destinarán otros 900 millones de yuanes a reforzar los centros de control en el centro y oeste del país, y 600 millones a la creación de un instituto nacional de prevención de enfermedades.

Fu Lei, estudiante de arte, forma parte, sin embargo, de quienes han decidido quedarse en la capital. A sus 21 años, no parece muy preocupada. "No, no tengo mascarilla. He ido a comprar una en la farmacia de al lado y no quedaban", dice con una sonrisa en una calle del centro de Pekín. "Pero no me voy a ir a casa, temo infectar a mi familia si resulta que tengo el virus sin saberlo". Fu vive en la universidad, en una habitación compartida por cuatro chicas, que, según cuenta, es desinfectada a diario. "También nos dieron durante algunos días una mascarilla impregnada con medicamentos preventivos, y nos han dado un termómetro para que avisemos si tenemos fiebre". Un síntoma de la neumonía asiática es una temperatura superior a 38 grados.

Precauciones

"De momento, no hemos suspendido las clases", explica un profesor de la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín. "Pero hemos tomado medidas, como repartir medicinas y dar las clases con las ventanas abiertas. También hemos dicho a los estudiantes que, en caso de sentirse enfermos, no vayan al hospital en taxi ni en autobús".

En medio de la crisis, hay quien está aprovechando la oportunidad. En la provincia de Zhejiang han sido confiscadas más de 30.000 mascarillas de baja calidad y varios comercios han sido multados por abusar en los precios de estas protecciones y del vinagre, que mucha gente utiliza hirviéndolo para desinfectar las viviendas.

El número de afectados por la neumonía asiática en China asciende a 2.305 personas, 147 más que el día anterior, y el de fallecidos a 106, nueve más.

En Hong Kong, donde según las autoridades la epidemia entra en una fase de estabilización, ayer se registraron 24 infectados y seis muertes. Para paliar los graves efectos de la enfermedad, que ha hundido el turismo y muchas actividades económicas, el Gobierno de la ex colonia británica ha aprobado un paquete de 11.800 millones de dólares locales (1.380 millones de euros), que incluirá desde descuentos en los alquileres en inmuebles públicos a recortes de impuestos y reducción en las tarifas del agua.