"El consumo es la única religión de EE UU"
"Me llamo Salmon, como el pez; de nombre, Susie. Tenía 14 años cuando me asesinaron, el 6 de diciembre de 1973 (...). Mi asesino era un hombre de nuestro vecindario. A mi madre le gustaban las flores de sus parterres, y mi padre habló una vez de abonos con él. Mi asesino era un hombre anticuado...". Así empieza Desde mi cielo (Mondadori y Empúries en catalán), primera novela de la escritora estadounidense Alice Sebold (Wisconsin, 1963), que en seis meses no sólo ha cosechado muy buenas críticas en su país, sino que ha vendido dos millones de ejemplares.
Susie, la protagonista, fue violada, asesinada y descuartizada. Sólo se hallaron de ella un codo y algunos objetos. Su familia jamás supo dónde estaban sus restos y cuando el padre sospechó del vecino ni la policía ni nadie le creyó. Nosotros sí sabemos qué ocurrió, porque Susie nos lo va contando desde ese cielo tan particular al que va, desde donde observa cómo sus padres se desesperan, cómo no se resignan a perder la esperanza, cómo su asesino se afana en borrar todas las huellas del crimen, cómo su muerte rompe a su familia y cómo luchan, cada uno a su manera, para superarla. Un cielo en el que encuentra un nuevo hogar, amigos y consejeros que le ayudan a comprender lo que es la muerte. Un cielo en el que lo tiene todo, excepto lo que más desea: hacerse mayor y estar en la Tierra con los suyos.
"He intentado que se vea cuán doloroso es asumir la muerte de alguien querido"
"Escribir no es para mí un negocio y no me siento presionada por las ventas"
Pregunta. Se ha inventado un cielo muy especial, en el que ni siquiera hay un Dios.
Respuesta. No sé. Fue una creación que salió de la voz de Susie. Yo seguí la idea inicial que me dio este personaje y luego sólo tuve que escribir la historia de una forma realista, en la cual su cielo va a ser diferente del mío. En el mío hablarán en inglés y en el suyo, en español.
P. Pero, aparte de lo que piense Susie, tendrá usted su propia opinión.
R. Bueno, claro. Hay mucho bla, bla, bla sobre el cielo y, en general, se parte de la idea de que es universal, común para todos. Yo quería dar al concepto de cielo una mayor seriedad.
P. ¿Una mayor seriedad?
R. En el sentido de que no es un lugar donde uno deja de pensar. Sobre el enorme éxito de este libro, lo que ha sido más interesante para mí es que permite a la gente pensar en su propia muerte o en la muerte de gente próxima. Creo que esto es importante, sobre todo en un país como Estados Unidos, en el que la muerte termina siendo como una distracción, algo secundario en un mundo que sólo se preocupa por el consumo o por las camionetas de tracción en las cuatro ruedas. La compra y el consumo es la única religión en Estados Unidos.
P. Susie, al final casi de la novela, regresa a la Tierra y se encarna en la figura de su amiga Ruth para cumplir uno de sus deseos pendientes. ¿Hay vida después de la muerte?
R. Debo decir que ésta es una pregunta muy peligrosa en Estados Unidos.
P. ¿Por qué?
R. Porque si dices que sí, piensan que estás completamente loca. Y si dices que no, que por supuesto no hay vida después de la muerte, nadie te cree. Creo que eso fue una de las cosas que me impulsó a escribir Desde mi cielo. Viví en Nueva York durante la época en que más fuerte era la epidemia del sida. Perdí a algunos amigos y desde entonces viví con la sensación de la muerte. Empecé a ver objetos de la vida cotidiana que, en lugar de recordarme a personas vivas, me hacían pensar en los amigos muertos. Por ejemplo, asocio inmediatamente estas orquídeas que están aquí a mi lado con los funerales de mis amigos. No fue una gran idea poner esas orquídeas aquí. Son flores muy hermosas, pero sé que, en una forma muy extraña, combinan la belleza y la muerte. [Esta entrevista se realizó en un despacho del edificio Random House en Nueva York].
P. Usted fue violada, como la protagonista de su novela.
R. Sucedió cuando tenía 18 años. Fue horroroso; el hombre, que fue detenido y llevado a juicio, incluso se me orinó encima. Yo tuve que seguir terapia durante tres años.
P. Años más tarde escribió un libro de memorias en el que contaba su experiencia. Creo que le costó mucho publicarlo.
R. Tuvieron que pasar 15 años para que pudiera escribir sobre eso y redactarlo me llevó dos años. Explica la experiencia de esa joven mujer que yo era entonces. Los editores lo rechazaron. Comprendo que el tema era verdaderamente difícil, nadie quiere leer sobre estas cosas.
P. ¿Por qué lo tituló Lucky (Afortunada)?
R. Una de las frases más corrientes que te dice la policía cuando vas a denunciar una agresión es que "eres muy afortunada", porque no fuiste asesinada. También le puse ese título porque cuando finalmente se publicó el libro yo ya tenía 30 años y me sentía verdaderamente afortunada. Había encontrado un nuevo amor, había hecho otras muchas cosas... Y de ese libro que nadie quería se han vendido ya medio millón de copias.
P. Su primer libro fueron unas memorias y en Desde mi cielo también hay algo de autobiográfico.
R. La diferencia clave es que Susie está muerta y yo estoy viva. El primero desde luego es autobiográfico, y el segundo, únicamente en el sentido de que yo puedo hablar con autoridad de un ataque sexual. Si hay algo autobiográfico en ambos libros es la idea de la violencia sexual y la idea de sobrevivir.
P. Da usted una gran importancia a la familia de Susie.
R. Sin ellos, Susie no hubiera podido existir. Lo que he intentado es que a través de cada uno de los miembros de esa familia se pueda ver cuán largo y doloroso es el proceso de asumir la muerte de alguien querido.
P. Abigail, la madre de Susie, es la única que se rompe por completo. Primero, se enrolla con un policía y luego abandona a la familia. ¿Por qué ella?
R. ¿Cuál es tu función si no eres capaz de proteger a tu hija de la violación y la muerte? Eso es lo que piensa Abigail, y quizá por eso se destroza por dentro.
P. De todas maneras, a través de pequeños detalles, usted deja ver en la novela que hay una Abigail que no sólo es madre, a la que ni su marido ni sus hijos conocen realmente.
R. Cierto, yo siempre intuí que había una mujer diferente dentro de mi madre, una mujer que apenas se dejaba ver. Yo no tengo hijos, pero mis amigos sí y veo en las mujeres una condición de maternidad que puede acabar destruyendo el ser.
P. ¿No le parece que el más simpático de sus personaje es la abuela, una abuela presumida y coqueta, un poco borrachina, siempre tolerante?
R. Es un personaje completamente inventado. Yo siempre sueño con tener un espacio de libertad propio en mi vida y tenía que tener uno también en la novela, es el que ocupa la abuela.
P. Después del éxito obtenido por Desde mi cielo, ¿no tiene miedo a escribir su segunda novela?
R. Es curioso. Hace poco me he encontrado con un amigo escritor que tuvo un gran éxito y que está escribiendo la siguiente novela. Me contó que se siente muy presionado y me preguntó si a mí me pasaba lo mismo. No hay otra cosa que podamos hacer que seguir adelante, le respondí, y eso me libera de cualquier tipo de presión. No soy una escritora comercial. Escribir no es para mí un negocio y no me siento presionada para triunfar con números de ventas o cosas así. Quiero escribir un libro que sea muy bueno y mejor que el anterior, ése es mi único propósito.
P. ¿Qué siente una escritora que no se considera comercial y que ha vendido dos millones de ejemplares?
R. Es un accidente. El éxito es un accidente loco. Yo lo que verdaderamente quería era escribir y publicar novelas de calidad, y conseguir un puesto docente, porque es un trabajo que te da seguridad social, cobertura, estabilidad y ese tipo de cosas.
P. ¿Lo consiguió?
R. Sí. Sí. Durante 15 años estuve trabajando en diversos colleges, el que más me gustó fue el Hunter de Nueva York, porque tenía alumnos de entre 18 y 65 años, gente de todo el mundo. Daba clases de todo, pero en especial de inglés y de composición. Yo también aprendí mucho ahí. He tenido que dejar las clases por las giras. Además, he empezado a escribir mi segunda novela, pero me gustaría volver a dar clases algún día.
P. ¿Puede explicar algo de esa nueva novela?
R. No, es una manera de protegerla. Lo único que puedo decir es que será muy diferente de Desde mi cielo.
Babelia
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