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Apuntes

La Universitat envía 14.000 libros jurídicos a Bolivia

Camino de Bolivia van estos días, vía marítima, los 14.000 volúmenes, 16 ordenadores y 500 metros de estanterías que la Universitat de València ha enviado a la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno de Santa Cruz de la Sierra. Se trata de una completa biblioteca jurídica que ha sido reunida en poco más de medio año por un grupo de profesores de la Facultad de Derecho, coordinados por Silvia Barona y Jesús Olavarría. La iniciativa, señalaba un comunicado de la Universitat, "ha contado con el apoyo de las máximas autoridades de ambas universidades". La Fundació General de la Universitat financia los gastos de traslado. "La política de la Universitat", asegura Silvia Barona "es que este proyecto tenga una continuidad". Según Barona, desde el vicerrectorado de Política Científica se estudia la posibilidad de formar dos o tres bibliotecarios de la universidad boliviana en Valencia. El objetivo del proyecto es ambicioso, puesto que se pretende constituir "un centro de referencia bibliográfico-jurídico para todas las universidades de América Latina. Por el momento, servirá de apoyo a la docencia e investigación en materia jurídica de la Universidad Gabriel René Moreno y contribuirá a la formación de los profesionales bolivianos del Derecho.

Respuesta entusiasta

La donación de esta biblioteca jurídica, que desembarcará en América a través del puerto chileno de Arica en mayo, es el resultado "de la entusiasta respuesta que han dado al proyecto un gran número de personas, empresas editoriales e instituciones". La editorial Tirant lo Blanch, por ejemplo, ha proporcionado 3.000 libros, publicados desde 1998 hasta ahora, según explica Barona. Nueve editoriales especializadas más han contribuido con sus fondos a la donación. También han colaborado el Colegio de Notarios de Valencia, el Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, el Decanato de los Juzgados de Primera Instancia de Valencia, entre otras instituciones vinculadas al ámbito jurídico, así como las bibliotecas Gregori Mayans y de Humanidades y el Servicio de Publicaciones de la Universitat. A título particular han participado, asímismo, corredores de comercio, profesores y departamentos de las facultades de Derecho y Economía. Incluso el servicio de Informática ha aportado su técnica para dejar puestos en red los 16 ordenadores enviados a Bolivia. Los impulsores de la iniciativa se han visto sorprendidos por la respuesta, confiesa Silvia Barona. "Pensábamos que sería más difícil conseguir tanto", reconoce.

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