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GUERRA EN IRAK | El paradero de Sadam

Rumsfeld: "Sadam puede estar muerto, incapacitado u oculto, pero no activo"

EE UU rechaza haber llegado a un acuerdo con Rusia para el exilio del presidente iraquí

Enric González

"Sadam Husein no está en activo; puede estar muerto, incapacitado u oculto". Donald Rumsfeld, secretario de Defensa estadounidense, dejó ayer todas las opciones abiertas cuando especuló sobre el paradero del presidente iraquí. En Bagdad y Washington circulaban rumores de todo tipo: había huido a Siria, se había ocultado en su ciudad natal de Tikrit, había obtenido asilo en la Embajada rusa, había muerto el lunes en el cráter abierto por cuatro bombas de gran potencia sobre un búnker donde supuestamente se encontraba con su familia... Pocos opinaban que seguía en Bagdad.

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La figura de Sadam Husein, célebre por su capacidad de sobrevivir a atentados, conspiraciones y guerras y por su prolija utilización de dobles, se alzaba como el gran misterio del momento.

Lo único que consideraba seguro el Gobierno de Estados Unidos era que Husein había perdido su conexión con los acontecimientos. "Está bajo tierra, en sentido literal o en sentido figurado", comentó un alto cargo de la Casa Blanca a la agencia Reuters. Lo último que se supo del presidente iraquí, en el caso de que fuera efectivamente él y no un doble, fue su aparición ante un grupo de personas el pasado lunes, en una calle del barrio de Al Mansur. Horas después, un bombardero lanzó cuatro proyectiles de mil kilos cada uno contra un edificio del barrio en el que, según informadores de la CIA, Husein se había reunido con sus dos hijos y varios colaboradores directos. Las cuatro gigantescas bombas abrieron un cráter de 20 metros de profundidad y mataron a varios civiles que vivían en la zona. "Quizá le pillamos, quizá no; no lo sabemos", declaró la misma fuente anónima de la Casa Blanca.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores británico indicó que Sadam Husein podría haber escapado del lugar poco antes del bombardeo, en automóvil o a través de un túnel. Ésa era también la tesis de la prensa de Londres. La CIA no había podido aún examinar qué había bajo los escombros en el cráter de Al Mansur, porque la zona permanecía anoche bajo control de unidades de la Guardia Republicana especial.

El presidente del Parlamento libanés, Nabi Berri, consideró por su parte que Sadam Husein "podría haber encontrado refugio en la Embajada rusa en Bagdad". Ésa era una tesis relativamente extendida en los países árabes y respaldada por la cadena de television Al Yazira, según la cual Washington y Moscú habían alcanzado algún tipo de acuerdo para que el presidente de Irak pudiera escapar. Esa posibilidad fue rechazada de plano por el Gobierno de Estados Unidos.

Otro de los rumores, menos improbable que el que implicaba a Rusia, apuntaba a que los Husein habían huido al feudo natal de Tikrit, unos 160 kilómetros al norte de Bagdad. En Tikrit, aún en manos del Gobierno iraquí, estaban varios de los palacios presidenciales más importantes y, supuestamente, mejor provistos de refugios subterráneos y túneles secretos. Algunos de esos túneles podrían llevar al río Tigris o a cualquier otra vía de escapatoria. Los dirigentes de la Unión Patriótica de Kurdistán, uno de los dos grandes grupos de la oposición kurda a Sadam Husein, se mostraban convencidos de que la familia se había trasladado a Tikrit en cuanto comenzaron los bombardeos sobre Bagdad. Según algunos miembros de ese grupo kurdo, Sadam Husein y su hijo Uday llegaron heridos y fueron evacuados poco después más al norte, hacia Mosul. Esas mismas personas pensaban que Qusai había muerto. El rumor de la muerte del hijo menor de Sadam circulaba intensamente desde que se produjo el bombardeo "de decapitación" lanzado por las fuerzas estadounidenses en el primer minuto de la invasión.

Otra hipótesis más o menos verosímil, pero tan poco documentada como todas las demás, se inclinaba hacia Siria. En Washington se consideraba seguro que importantes dirigentes iraquíes habían huido hacia el país vecino, y no se descartaba por completo que Sadam Husein hubiera cruzado la frontera. En la Casa Blanca, sin embargo, se consideraba muy improbable: "Ya tuvo una última oportunidad de abandonar Irak (cuando George W. Bush le planteó un ultimátum de 48 horas) y no la aprovechó", dijo el portavoz presidencial Ari Fleischer.

Dos iraquíes arrastran una estatua de Sadam Husein por una avenida de Bagdad.
Dos iraquíes arrastran una estatua de Sadam Husein por una avenida de Bagdad.EPA

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