Hidrocantábrico sorprende en Euskadi

La versión oficial sobre la privatización de Naturcorp dice que Hidrocantábrico ha presentado la mejor oferta. Sin embargo, el empresariado vasco no lo entiende. Oficialmente "lamenta" la decisión y extraoficialmente tienen miedo a que Iberdrola cambie de planes y abandone Euskadi. Los proveedores lo temen y el empresariado en general cree que debe haber "algo más".

Los empresarios en Euskadi se preguntan por qué se ha renunciado a crear un gran grupo vasco en torno a Iberdrola

El consejero de Industria vasco, Josu Jon Imaz, se escuda detrás del precio y el plan industrial para recalcar que Hidrocantábrico era la mejor opción. La oferta de Iberdrola era la que daba una valoración más baja a los activos de Naturcorp. Frente a los 537 millones de euros de la asturiana, la vasca la valoraba en 415. En la operación ha jugado un papel esencial el presidente de Hidrocantábrico, Manuel Menéndez, que ha convencido en la propia Asturias de las virtudes de llevarse la sede del gas a Euskadi. Menéndez acudirá esta semana junto al presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, a Vitoria para entrevistarse con el lehendakari Juan José Ibarretxe, presentar su proyecto y fortalecer la colaboración entre las dos comunidades.

Un portavoz de la eléctrica asturiana, convencido de la fortaleza de su oferta más allá de los avatares políticos, asegura: "Hacia el futuro la voluntad es desarrollar Naturcorp de forma que despliegue su actividad en otros ámbitos geográficos y además -en concreto en el País Vasco- canalizando una oferta integral de energía que incluya electricidad". Los compromisos mínimos de inversión son de 500 millones de euros hasta 2.007, de los que casi la mitad irán a Euskadi.

Pero más allá del precio y del éxito de la operación para la firma asturiana, en el País Vasco se esconde un malestar. En una tierra en la que las empresas prefieren no hablar y no aparecer por la presión del terrorismo, son las patronales las que juegan y muestran el equilibrio de pareceres. Esta semana tanto la patronal vasca, Confebask, como la vizcaína Cebek, lamentaron que no hubiera sido Iberdrola la empresa ganadora de la privatización.

Detrás de un comunicado medido y "respetuoso" con la decisión se esconde una nueva discrepancia del empresariado con el Ejecutivo de Vitoria, la segunda desde septiembre, fecha en que Ibarretxe presentó su plan soberanista. En Euskadi abundan las bromas sobre lo vacía o llena que se encuentra la sede de Iberdrola en la calle Gardoqui de Bilbao o sobre si las decisiones se toman en Madrid y no en Euskadi. Bromas aparte, los empresarios, especialmente los proveedores de la eléctrica, temen que la decisión pueda afectarles. Iberdrola es una empresa "tractora" que hasta ahora mantenía la apuesta en Euskadi. Así, acudió a la última ampliación de capital de la telefónica Euskaltel como un peaje para lograr Naturcorp y, además, está presente en Bahía Bizkaia y quiere montar otra central de ciclo combinado en Santurtzi (Vizcaya). La gran incógnita es saber cuál es la apuesta inmediata de Iberdrola. Y la pregunta que se hacen los empresarios es: ¿por qué se ha renunciado a crear un gran grupo vasco desde una sociedad ya existente?

Desde la eléctrica se mantiene que sus objetivos estratégicos en gas, una cuota de mercado del 20% en 2006, se mantienen pese a no haber logrado hacerse con Naturcorp, que "representa un 2% de su resultado en 2002". El Gobierno vasco asegura que la eléctrica es esencial para mantener la competencia y que es un socio estratégico en algunos proyectos esenciales. Sin embargo, existe una coincidencia general entre los analistas de que Iberdrola sin Naturcorp es más vulnerable a la OPA lanzada por Gas Natural. Empresarios nacionalistas y que han sido miembros del Gobierno vasco aseguran no entender al Ejecutivo de Vitoria y creen que su postura espanta a las empresas de siempre y las debilita.

Pese a los temores empresariales, desde Iberdrola se destaca que mantienen su apuesta en Euskadi, donde cuentan con un millón de clientes. Es cierto que Naturcorp les hubiera permitido una cuota de gas en 2006 de un 25% y una presencia en el mercado de la distribución de gas (las tuberías), pero no es menos cierto, según fuentes de la compañía, que su objetivo es esencialmente la comercialización, que es donde creen está el margen.

Otra de las quejas empresariales, difundida por el PP vasco y omitida por el mismo partido en Asturias, es que la empresa haya ido a parar a una firma en cuyo capital están la pública portuguesa EDP con un 40% del capital y la alemana EnBW (participada por la francesa EDF) con un 35%. Frente a este planteamiento el Gobierno vasco señala que Hidrocantábrico es una empresa privada entre cuyos socios hay empresas públicas.