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Reportaje:

La rebelión de la leche

Los ganaderos se movilizan para frenar la acelerada desaparición de las explotaciones lácteas en Navarra

Dos de cada tres explotaciones lácteas de vacuno esistentes en Navarra han desaparecido en el transcurso de los últimos quince años. De las cerca de 1.500 granjas que había entonces en la comunidad autónoma, apenas sobreviven 478 en la actualidad. El precio que las industrias pagan por el litro de leche alcanzan a duras penas para pagar los costes de producción de un sector que es estratégico en el desarrollo del mundo rural que lucha por sobrevivir.

Los responsables ganaderos del vacuno de leche se han cansado de soportar la situación de continua pérdida de rentas tras conocer el anuncio de que en abril las industrias españolas piensan bajar aún más los precios que pagan por la leche. Los ganaderos quieren seguir viviendo en el campo y del campo y están dispuestos a adoptar medidas drásticas para conseguir unos precios dignos, ante la amenaza de que aún pueden caer más en los próximos años.

Dos de cada tres explotaciones han tenido que cerrar sus puertas en los últimos quince años

El pasado viernes, cientos de ganaderos navarros desfilaron por el centro de Pamplona con la vistosidad que suele acompañar las manifestaciones del sector. Por vez primera en muchos años, los dos sindicatos agrarios de la comunidad (UAGN y EHNE-Nafarroa) aparcaron sus diferencias y marcharon juntos, exigiendo la intervención de la Administración pública para que obligue a las industrias a elevar sus tarifas e impida la importación de leche fuera de cuota y de dudosa calidad, procedente fundamentalmente de Francia y Portugal.

"Poner en el mercado un litro de leche nos cuesta por término medio unos 27 céntimos de euro, y por ese litro de leche nos pagan 29 céntimos. Es insostenible. Necesitaríamos un precio mínimo garantizado de al menos 33 céntimos", explica Patxi, ganadero del valle de Ba-saburua, en el norte de Navarra.

Excluidos los gastos de amortización de las explotaciones y los salarios medios, un ganadero que produce medio millón de litros obtiene unos ingresos de 9.000 euros al año, cuantía que difícilmente garantiza el mantenimiento de los parámetros de calidad que el sector defiende y una renta mínima. El nuevo precio de garantía demandado podría ser absorbido sin ningún problema por la industria sin aumentar los precios al consumidor, aseguran los sindicalistas.

El año pasado, el sector, que produce 173 millones de litros anuales en Navarra, perdió 8,7 millones de euros debido a la depreciación del precio de la leche entre 4 y 6 céntimos por litro. Tan sólo en el periodo que va de enero a mediados de marzo han cerrado otras veintidós explotaciones, aseguran las organizaciones agrarias. El 23% de las granjas que sobreviven es de escaso tamaño (menos de 50.000 litros de producción), mientras el 32% de las ganaderías supera los 300.000 litros al año.

"Nos encontramos en una crisis absoluta", afirma Fermín Irigarai, secretario general de EHNE-Nafarroa. "Y además tenemos encima la amenaza de la reforma de la política agraria comunitaria [PAC] para los próximos cuatro años, que habla de establecer unos precios orientativos seis céntimos más bajos que los actuales".

Los ganaderos advierten que tomarán medidas más drásticas para defender sus demandas. Imitar el boicot de los ganaderos catalanes a ciertas marcas de leche en las grabdes superficies comerciales es una de las ideas que repiten. Apuestan también por generalizar el uso de un doble etiquetado, para el consumidor pueda saber cuánto paga cada empresa al ganadero y a qué precio le venden la leche al consumidor.

"El sector lácteo es esencial en la estrategia de desarrollo rural", puntualiza Ángel Eraul, secretario general de UAGN. "El enemigo del ganadero de leche es la industria", precisa Juan Manuel Garro, responsable del sector en UAGN, que expresa su temor ante las consecuencias añadidas que pueda traer la incorporación a la UE de diez nuevos países con fuerte presencia del sector agrícola y ganadero.

Los datos son claros y concisos. El precio de la leche ha subido desde 1994 un 6,9% para los productores. En el mismo plazo, la subida para el consumidor ha sido del 18% y el IPC ha crecido un 32% en ese tiempo. "¿Dónde está la diferencia entre los 29 céntimos que nos pagan por litro y los 66 céntimos que paga el consumidor? ¿Quién y con qué justificación se lo queda?", claman los afectados.

El sector recuerda que en estas circunstancias industrias como Iparlat, participada en más del 50% por ganaderos, difícilmente podrá competir con otras industrias con menos escrúpulos. Y mientras tanto, cada mes cierran sus puertas nuevas explotaciones ganaderas en los pueblos navarros.

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