2021: una odisea educativa en Extremadura
La comunidad autónoma ha implantado en las aulas un proyecto tecnológico pionero en Europa
Cuenta el consejero de Educación de Extremadura que la primera comunicación telefónica interurbana del mundo se realizó en diciembre de 1886 en esta región. Fue entre un abogado del pueblo de Fregenal de la Sierra, en Badajoz, que había comprado un par de teléfonos en una feria en París, y un médico amigo suyo que vivía a 120 kilómetros de distancia, en Sevilla. El abogado conectó los dos teléfonos por la línea del telégrafo. Pocos días después se estableció una comunicación similar en Nueva York entre dos personas situadas entre sí a sólo 30 kilómetros. "Hace unos años nos dimos cuenta de que, a pesar de que había pasado un siglo desde entonces, aún no teníamos una red telefónica adecuada", explica Luis Millán Vázquez de Miguel, el consejero de Educación, el consejero de Ciencia y Tecnología de Extremadura.
La solución ideada entonces, en concreto en 1998, por el Gobierno extremeño implicaba una apuesta arriesgada, pero que les podía llevar de la nada al todo: poner en marcha un amplio proyecto de sociedad de la información, apostando por la ciencia, la tecnología y la educación. El equipo del Gobierno extremeño pensó que la salida era jugárselo todo en la revolución tecnológica e hicieron un plan global con dos ejes: la accesibilidad y la alfabetización tecnológica. "Hay que hacer un sistema de desarrollo regional basado en la innovación tecnológica y en el desarrollo científico", dijo aquel año el presidente de esta comunidad, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Desde que empezó la presente legislatura, en 1999, hasta ahora han creado una red de banda ancha que llega a todos los colegios, hospitales, centros de salud y edificios de la Administración regional, conectando más de 1.400 puntos. Una vez solucionado el problema de la accesibilidad, se centraron en el verdadero reto: la alfabetización informática. Y han empezado por la educación. El motivo principal es sencillo: todo pueblo de Extremadura, por pequeño que sea, aunque no tenga centro de salud, sí tiene su propia escuela.
Así, paso a paso, y en menos de cuatro años, han llegado a la actualidad: todos los centros públicos de secundaria darán clase a partir de mayo con ordenadores en todas las aulas. Habrá uno para cada dos alumnos: 66.829 ordenadores en los institutos y otros 21.248 en los colegios de infantil y primaria. Estos últimos estarán listos en septiembre. En primaria no se informatizarán todas las aulas, por el momento, porque no está claro que sea necesario a esas edades (de 6 a 11 años), según dice el Gobierno extremeño, aunque sí abrá suficientes para impartir en ellas el último ciclo (los cursos 5º y 6º). "Queremos tener en 2021 una inmersión de toda la educación en la sociedad de la información, porque los grandes beneficios de todo esto tardarán aún en llegar", añade Vázquez de Miguel.
Los 112 institutos antiguos se han cableado y se están terminando de informatizar. Se han creado 12 nuevos institutos ya preparados para esta nueva situación, y hay otros 26 en contrucción. En total: 150. Estos días todavía se puede ver salir de los colegios de pueblos y ciudades durante los fines de semana los tradicionales pupitres y entrar los nuevos, diseñados expresamente para este proyecto: un tablero con un ordenador en medio, una pantalla y dos teclados, uno a cada lado, acompañado de su respectivo ratón.
Uno de los grandes retos de la educación del futuro, el uso de la informática en las aulas para las clases de todas las asignaturas, se ha hecho realidad en esta comunidad en menos de cuatro años. Al menos desde el punto de vista técnico. Pero, ¿qué pasa con los contenidos y la formación del profesorado?
De forma paralela a la instalación de los ordenadores, el Gobierno extremeño ha creado una intranet (una red cerrada a la que se accede con una contraseña) común para toda la comunidad autónoma. Y hay tarifa plana en toda red regional con acceso a Internet y a la intranet.
Los 18 centros de profesores y recursos que hay en esta comunidad se pusieron a preparar contenidos y a impartir cursos de formación para los docentes de forma permanente y provistos de medios tecnológicos. A la vez se crearon unos premios para animar al profesorado a volcarse en la creación de contenidos para impartir sus materias utilizando las nuevas tecnologías.
Los profesores vuelcan esos contenidos en la intranet, con lo que el acceso a ellos es libre desde cualquier colegio e instituto de la comunidad. Muchos docentes han empezado ya a trabajar en esto mismo en sus propios centros con el fin de crear un programa de uso de las nuevas tecnologías adecuada a sus repectivas materias y alumnos.
La apuesta extremeña por la tecnología se empezó a vislumbrar en 1992, cuando se elaboró un proyecto para la Universidad de Extremadura que tenía la finalidad de duplicar el número de titulaciones: pasaron de 40 a más de 90, en las que destacan las especializadas en las nuevas tecnologías, como la Ingeniería Telemática, la Ingeniería Informática, Biblioteconomía y Documentación y Comunicación Audiovisual. Poco después, en 1995, crearon una fundación -la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Fundecit)- para interconectar tres mundos: la Universidad, la empresa (representantes de la industria y la agricultura) y el Gobierno. El objetivo: crear sinergias.
Con el terreno educativo ya abonado, el reto que tienen ahora es que los profesores siembren de contenidos la red para el uso de las nuevas tecnologías en el aula. En los centros de profesores se ocupan de buscar y analizar contenidos y experiencias didácticas que encuentran en Internet y en otras fuentes, eligen las mejores y se ocupan de colocarlas en la intranet.
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