El frustrado hospital de Leioa se derribará por partes tras el verano
El Ayuntamiento de Leioa espera derribar después del verano el edificio del frustrado hospital ubicado a la entrada del campus de la Universidad del País Vasco. La empresa encargada del nuevo proyecto urbanístico, que contempla construir un hotel, oficinas y un parque empresarial, ha iniciado ya las labores de limpieza del entorno. El hospital no será demolido totalmente, sino que se prevé el reciclaje de parte de los materiales.
El frustrado hospital es una de las pocas edificaciones ruinosas que persisten en Euskadi. Es además una de las más antiguas, porque se construyó hace 25 años. Iba a ser el hospital de la Margen Derecha, pero no llegó a concluirse al encallar los planes del Hospital de Basurto de trasladar a Leioa sus viejas instalaciones y vender el solar que ocupa en Bilbao. El problema es que el suelo donde se levantó Basurto, fue cedido por varias familias, que tenían derecho de reversión en la operación urbanística. A ello se unió que el Gobierno declaró al centro sanitario de Basurto como monumento. Por ello, las obras se pararon cuando toda la estructura y parte de las instalaciones interiores del nuevo centro estaban terminadas.
Durante las dos últimas décadas la propiedad del esqueleto del hospital ha sido del Banco de Crédito Hipotecario, que se ha resistido a la declaración de caducidad de la licencia decretada por el Ayuntamiento de Leioa. Solventados estos problemas, el consistorio firmó en octubre de 2000 un convenio para el aprovechamiento urbanístico del área, que ocupa 135.000 metros cuadrados.
Convenio definido
El convenio, en el que también interviene Erandio -a este municipio pertenecen 30.000 metros cuadrados-, se ha definido en los últimos meses y contempla la construcción de un hotel, un parque de oficinas de más de 30.000 metros cuadrados, un parque empresarial también importante y un área de servicios. "En total serían 80.000 metros cuadrados construibles", explica el alcalde de Leioa Karmelo Sainz de la Maza.
Las obras de acondicionamiento de la zona ya han comenzado, con la retirada de las chabolas y huertas que se habían instalado y el vallado del área. Concluida esta labor, el siguiente paso será el derribo, que Sainz de la Maza calcula para después del verano. Sin embargo, será una tarea compleja. No se utilizará dinamita para demoler todo el edificio. "Son estructuras muy armadas y pensamos además en reciclar algunos de los materiales". El costo, sólo del derrumbe, se calcula en un millón de euros.
El juntero vizcaíno del PP, Arturo Aldecoa, alertó ayer sobre la posible presencia de amianto en el edificio y pidió a la Diputación la realización de estudios sobre ello antes del inicio del derribo. "Es una sustancia cancerígena y las obras de demolición pueden generar nubes de polvo conteniendo fibras cancerígenas", dijo.
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