Las farmacias vascas recogieron el año pasado más de 43 toneladas de medicamentos para reciclar o eliminar

Cada farmacia de Euskadi -son más de 800- tiene desde hace casi un año un contenedor en el que los clientes pueden depositar los medicamentos caducados y sus envases. Las farmacias los recogen para reciclar posteriormente los envases y eliminar los residuos peligrosos. Un total de 43.236 kilos de medicinas fueron recogidos en Euskadi desde que este sistema, llamado Sigre, fue implantado, la primavera pasada, y hasta el 31 de diciembre de 2002, según explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Vizcaya, Enrique Ordieres.

El Sigre (Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases del sector farmacéutico de España) consiste en recoger los medicamentos que ya no se usan, los que están caducados y sus envases, pues ninguno de estos residuos debe ir a los contenedores de basura callejeros.

El 63%, en Vizcaya

Más de la mitad de los residuos (27.416 kilos, el 63,4%) fueron recogidos en Vizcaya. En Guipúzcoa sumaron 12.903 kilos y en Álava, 2.917.

Ordieres señala que este sistema de recogida "utiliza los mismos canales de distribución de los medicamentos, pero en el sentido inverso". Son los propios distribuidores de las medicinas los que al entregarlas recogen lo depositado en los contenedores, que son blancos y lucen el símbolo del Sigre en verde. Todos los residuos van entonces a una planta de clasificación donde se separan el cartón, el metal, el vidrio y los residuos peligrosos.

El 20% de las 43 toneladas recogidas el año pasado pudo reciclarse, sobre todo cartón y vidrio. Un 76% del material fue incinerado y el 4% restante, las materias peligrosas, eliminado, según los datos ofrecidos por Enrique Ordieres.

Las 43 toneladas largas recogidas durante el año pasado suponen un porcentaje ínfimo del total de los medicamentos que se distribuyen cada año en Euskadi, que rondan las 1.500 toneladas, según los datos facilitados por el consejero de Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga, cuando esta iniciativa fue presentada hace un año. En palabras del consejero, devolver los medicamentos inservibles a la farmacia es un "sencillo gesto" que ayuda a proteger el medio ambiente.

Este sistema, puesto en marcha también en otros lugares de España, está financiado por la industria farmacéutica.