España anuncia que contribuirá a la defensa aérea de Turquía frente a Irak
La delegación en la OTAN concretará el lunes la aportación, probablemente cazas F-18
España comunicó ayer a la OTAN que está dispuesta a colaborar con fuerzas militares en la defensa de Turquía frente a una eventual represalia de Irak, pero pospuso hasta pasado mañana la concreción de su ofrecimiento. Ese día se celebrará en el Cuartel General del Mando Supremo Aliado para Europa, en Mons (Bélgica), la denominada Conferencia de Generación de Fuerzas, en la que se determinará la contribución de cada país. El Gobierno español baraja desplegar en Turquía un destacamento formado por al menos seis cazabombarderos F-18 para misiones de defensa aérea.
Ayer terminaba el plazo para que los países de la OTAN comunicasen al mando aliado las aportaciones que están dispuestos a realizar al plan de defensa de Turquía. La delegación española expresó su voluntad de contribuir a dicha defensa, pero alegó que no estaba en condiciones de concretar su aportación, por lo que prometió hacerlo el lunes, cuando se reúnan los representantes militares de todos los países en Mons.
La aportación que baraja el Gobierno, y que deberá perfilarse durante el fin de semana, consiste en un destacamento de al menos seis cazabombarderos F-18, similar al que estuvo desplegado en Aviano (Italia) hasta 2002 en apoyo a las operaciones de la OTAN en los Balcanes. Los planificadores de la Alianza Atlántica estiman que se necesitan 32 aviones para misiones de defensa aérea, por lo que habrá que ajustar las aportaciones ofrecidas por los diversos países.
Los planes de defensa de Turquía frente a una eventual represalia de Irak se pusieron en marcha el pasado día 17, después de que este país invocase el artículo 4º del Tratado de Washington, que prevé la celebración de consultas cuando, a juicio de un país miembro, su "integridad territorial, independencia política o seguridad fuese amenazada".
Durante semanas, la petición turca estuvo bloqueada en el Consejo Atlántico, debido a la oposición de Francia, Bélgica y Alemania, para quienes poner en marcha la defensa de Turquía equivalía a considerar la guerra como inevitable. El secretario general de la OTAN, George Robertson, logró desbloquear la situación trasladando el debate al Comité de Planes de Defensa, del que no forma parte Francia.
Aviones AWACS
El refuerzo de la defensa turca por parte de la OTAN se ha traducido ya en el envío a la base de Konya de dos aviones E-3 Sentry (AWACS). Estos aviones, con su característico radar en forma de seta sobre el fuselaje, forman parte de la Fuerza de Alerta Temprana de la OTAN (NAEW), con base en Geilenkirchen (Alemania), en la que están destinados 39 españoles.
Un capitán del Ejército del Aire español forma parte de las primeras tripulaciones llegadas a Turquía. Además, Alemania y Holanda han enviado a Turquía baterías antiaéreas Patriot para la interceptación en vuelo de misiles balísticos Scud, como los lanzados por Irak contra Israel y la Península Arábiga durante la guerra del Golfo, en 1991.
La petición de Turquía incluye también unidades especializadas en la protección contra armas nucleares, químicas, biológicas y radiológicas (NBQR). Aunque España no descarta alguna aportación en este apartado, el grueso procederá de otros países, como la República Checa.
Una vez aprobado el plan, los F-18 españoles recibirían la orden de preparación y, posteriormente, la llamada "orden de activación", momento a partir del cual pasarían a depender del mando militar de la OTAN, que ordenaría su traslado a Turquía cuando lo creyera conveniente.
Los planes permanentes de defensa de Turquía elaborados por la OTAN prevén que los F-18 españoles se desplieguen en la base de Merzifon, al norte del país, cerca del Mar Negro, pero es probable que en este caso se les asignase otro emplazamiento, más próximo a la frontera de Irak.
En las últimas semanas, el Ejército del Aire ha elaborado planes para el envío de un destacamento de entre seis y doce cazas F-18, que podrían ir acompañado de uno o dos aviones cisterna KC-130, dos helicópteros Superpuma de rescate aéreo en combate, una unidad de protección de la Escuadrilla de Zapadores Paracaidistas y una unidad médica, aunque no es probable que la oferta a la OTAN incluya todos estos elementos. Los planes prevén un periodo de permanencia de seis meses en la zona y van acompañados de una memoria económica, que varía según el formato elegido: desde cinco hasta unos 20 millones de euros.
La misión asignada a los F-18 españoles sería exclusivamente de defensa de Turquía en el marco de la OTAN, por lo que no intervendrían en ningún caso en un ataque a Irak. No obstante, el riesgo de represalia contra Turquía deriva del hecho de que su territorio sea utilizado como plataforma para lanzar una ofensiva sobre Bagdad desde el norte del país. El Parlamento turco -en el que dispone de mayoría absoluta el partido islamista moderado PJD de Tayyip Erdogan- tiene previsto aprobar hoy el despliegue en su territorio de hasta 62.000 soldados de EE UU, si bien puede producirse un nuevo aplazamiento.
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