Mucho más que el 'txikito'

Más de 140 bodegas presentarán el próximo lunes en Bilbao sus mejores productos en el que es el encuentro más importante de España en el sector, tras la feria Alimentaria de Barcelona. Bilbovinos 2003, además, ha acudido al Guggenheim para recibir a los profesionales de la hostelería, la alimentación y las tiendas especializadas. Y no se olvida de los aficionados, que podrán degustar todos esos caldos en una carpa habilitada junto al museo. Ambas actividades serán el colofón a un fin de semana dedicado al noveno Congreso Nacional de Enólogos.

Este año, la convocatoria de Bilbovinos se realiza en el célebre edificio de Frank O. Gehry, pero los comienzos de este encuentro con el vino son más humildes. La inquietud de su organizador, Manu Martín, por ofrecer nuevas sensaciones nació hace seis años desde su restaurante en la capital vizcaína. Entonces, se ofreció a los clientes la degustación de los productos de unas 20 bodegas, una atención más de quien trataba de abrir la ciudad a otros caldos que no fuesen el clásico vino fino de Rioja. En pocas palabras, hay muchos otros mundos más allá del txikito.

El nombre del establecimiento (El Rincón del Sumiller) era más que un indicio de que la cosa iba en serio. La siguiente convocatoria se celebró también en su vinoteca recién abierta, y para las sucesivas tuvo que acudir a un hotel cercano, ya que las bodegas participantes alcanzaban entonces la centena. Poco a poco, Bilbovinos recuperaba para la villa el papel promotor del vino en la cultura gastronómica que había tenido la feria Euroalimentación en los 70, como promoción de las bodegas históricas de Rioja. "La relación de Bilbao con esta zona es histórica: su burguesía respaldó hace un siglo la regeneración de las bodegas de Haro, sobre todo, pero también de otras ciudades de la región", recuerda Martín.

En el cónclave que se celebrará el próximo lunes no faltan esas firmas clásicas, pero también hay un lugar para jóvenes elaboradores y bodegas de otras denominaciones de origen, como Ribera del Duero, Navarra o Penedés, las siguientes en número de expositores a la inevitable Rioja.

Todos contarán con el mismo espacio, y las figuras competirán con los principiantes en igualdad de condiciones. "Son las normas, no hay lugar a la mercadotecnia, los grandes montajes o las presentaciones despampanantes: todos tienen las mismas posibilidades de ofrecer sus productos", apostilla el sumiller.

Martín resume las conclusiones del recorrido por estas 140 bodegas: "Se trata de descubrir la sorpresa, ese vino que ofrezca nuevas sensaciones y llame la atención de hosteleros y responsables de vinotecas, pero también de los aficionados". Como no quiere comprometerse con las bodegas cercanas, destaca dos presencias un tanto exóticas: "Un vino de Granada procedente de viñas que están a más de 1.000 metros de altitud; y el Inniskillin, un vino dulce de Canadá".

En la carpa se ofrecerán los mismos vinos a todo el público que acuda hasta la explanada contigua al Museo Guggenheim. Como es habitual en estas convocatorias, se podrán degustar todos los vinos desde un euro.