"Irak podría producir ocho millones de barriles de petróleo al día"

El ingeniero Humberto Calderón Berti, de 61 años, lo ha sido todo en el sector petrolero: ministro de Energía y Minas de Venezuela con los democristianos (Copei), presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y ministro de Exteriores del presidente Carlos Andrés Pérez.

En entrevista con EL PAÍS, Calderón Berti sostiene que, con el presidente Hugo Chávez en el poder, el abastecimiento con petróleo venezolano no está asegurado; que en Irak se puede subir la producción a ocho millones de barriles diarios y que Estados Unidos irá a la guerra con o sin la ONU.

Afirma Calderón: "Venezuela tiene la mayor base de hidrocarburos de Occidente. En 80 años nunca había interrumpido el suministro petrolero y en un año hubo dos interrupciones: el pasado abril, y ahora, en diciembre y enero. No es mera coincidencia. Es con Chávez. Históricamente, Venezuela ha utilizado la carta de la confiabilidad en el suministro a los mercados internacionales y lo ha perdido por Chávez. Los importadores de crudo tienen que tener muy claro que, mientras Chávez permanezca en el poder, nunca se va a restablecer la condición de Venezuela como un abastecedor seguro".

Según Calderón, Chávez ha despilfarrado los ingresos petroleros: "Con 100.000 millones de dólares de ingresos petroleros en los últimos cuatro años, Chávez ha empobrecido al país. Hoy hay más de dos millones de desempleados. La economía atraviesa una crisis profunda desde antes del paro petrolero. El año pasado la moneda se devaluó un 100%; el desempleo antes del paro era casi del 20%; el PIB cayó un 9%, sin contar los efectos del paro. El discurso de Chávez es la agresión, y eso crea desconfianza. En 40 años se fugaron de Venezuela 32.000 millones de dólares, y en cuatro años de Chávez, 33.000 millones".

Sobre el precio del petróleo, en caso de guerra, sostiene Calderón: "Es difícil hacer pronósticos. Es fácil equivocarse. Depende de la guerra. Si la guerra es corta, puede ser una guerra de pocos días... Aquella madre de todas las batallas de 1991 se convirtió en una bufonada y eso con las fuerzas de Sadan Husein íntegras, que no pudieron resistir. Ahora están en situación mucho más precaria. Si la guerra se reduce a Irak, los precios pueden aumentar, pero por corto tiempo por razones psicológicas. Si tiene ramificaciones en el resto de la región, los precios pueden aumentar a niveles nunca vistos". Según Calderón, "a esto se añade la crisis venezolana. Venezuela producía antes del paro 3,2 millones de barriles. Irak produce 2,7. En total 5,9 millones. Venezuela ha recuperado en parte su producción hasta un millón y medio de barriles. Faltarían por lo menos 4,5 millones de barriles en el mercado. Una cifra similar a la que desapareció en 1979, cuando el derrocamiento del sha de Irán. El efecto sobre los precios fue que el [petróleo] árabe liviano, que estaba en 12,70 dólares, se disparó hasta 26. Algún efecto tendrá una crisis en Irak y eso da carácter de urgencia a la resolución de la crisis venezolana".

No parece preocuparle mucho a Calderón una posible voladura de los pozos de Irak: "La productividad de los pozos en Medio Oriente es muy alta. Si hay capitales y músculo tecnológico y financiero, se puede recuperar rápidamente la producción. Irak tiene la mayor potencialidad después de Arabia Saudí. Produce 2,7 millones de barriles y, con inversiones, se puede poner fácilmente en siete u ocho millones por día. Eso requiere empresas extranjeras que aporten tecnología y capital".

Para Calderón, "EE UU cometió un gravísimo error en 1991, cuando no derrocaron a Sadam Husein, que es un elemento de perturbación regional, alimentado por Arabia Saudí y Kuwait durante sus ocho años de guerra contra Irán. En los años noventa se hubiera engullido todos los países petroleros del Golfo sin ningún problema y hubiese logrado 14 millones de barriles diarios sin la intervención americana. Han pasado 10 años de aquello y es de nuevo motivo de una gran preocupación".

Calderón cree necesario intervenir en Irak y concluye: "Estoy convencido de que EE UU va actuar. Con o sin Naciones Unidas".