El Ejecutivo considera que el fuel vertido por el 'Prestige' supera las 25.000 toneladas estimadas hasta ahora

La preocupación en las autoridades vascas aumenta cada día que pasa al comprobar que la magnitud de la marea negra es mayor de lo previsto. El portavoz del Ejecutivo autónomo y de la comisión encargada de seguir la catástrofe en Euskadi, Josu Jon Imaz, expresó ayer su convencimiento de que el Prestige ha vertido al mar más de las 25.000 toneladas de fuel que se han calculado hasta ahora. Imaz ha llegado a esta conclusión después de comprobar el volumen de chapapote que han ido recogiendo en alta mar los arrantzales y lo que han avistado junto a los servicios de rastreo del Gobierno.

En las dos últimas semanas, la flota de pesqueros vascos ha capturado más de 5.700 toneladas de fuel en alta mar. Aunque Imaz no quisó aventurar estimaciones sobre las cantidades derramadas en el naufragio y las que han podido salir del petrolero hundido, aseguró que el Ejecutivo está haciendo "sumas" y ha llegado a la conclusión de que las toneladas de fuel vertido son "notablemente más significativas" que 25.000. "Hace unas semanas", recordó, "hablamos de que en el Golfo de Vizcaya podía haber más de 10.000 toneladas y alguno nos llamó alarmistas. Pero se ve que no es así".

El gran trabajo realizado el jueves por la flota en alta mar, que retiró 2.000 toneladas, dio ayer un respiro a las playas vascas, que amanecieron con menos vertidos que en los últimos días. Durante la jornada de ayer, los pesqueros también lograron retirar una cantidad similar.

Sin embargo, las previsiones metereológicas no ayudan a alejar la concentración de manchas de la costa. Si las láminas de combustible no son retiradas en el mar, impactarán a lo largo de estos días contra los arenales, rocas y acantilados. Los equipos de rastreo avistaron ayer varios regueros de fuel a 12 millas al norte de Getaria, en Guipúzcoa.

A pesar de este panorama, Imaz rechazó el debate sobre la posibilidad de cerrar las playas en verano, aduciendo que todavía quedan muchos meses para el periodo estival. En la misma línea, pidió tranquilidad a la hora de evaluar las repercusiones que puede tener esta catástrofe ecológica en las campañas del verdel y de la anchoa, que están próximas a iniciarse en el Golfo de Vizcaya.