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ACOSO A LA ACADEMIA DEL CINE ESPAÑOL

El cine en bloque arropa a su presidenta

La Academia responde a los ataques: "La libertad es la esencia misma de nuestro trabajo"

Marisa Paredes, presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, salió ayer a la palestra "tras la avalancha de acontecimientos y declaraciones producidos a raíz de la decimoséptima gala de los Goya".

Emocionada pero firme, la actriz leyó el comunicado consensuado por la junta directiva de la Academia, que rechaza las peticiones de dimisión, recuerda que el cine español ha sido siempre sensible a los problemas políticos del país, incluido el terrorismo, y declara: "En ningún caso la Academia impedirá que sus miembros, como ciudadanos, se expresen libremente, porque la esencia de nuestro trabajo es la libertad misma".

Paredes, que dijo sentirse sorprendida por la petición de dimisión del presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE), Eduardo Campoy, recibió ayer el apoyo de la inmensa mayoría de la profesión. Sus antecesores en el cargo, José Luis Borau y Aitana Sánchez-Gijón, acudían a solidarizarse a la sede de la Academia, en la calle de Sagasta, ante una treintena de periodistas: "Sólo la Academia puede destituir a un directivo", dijo Borau con voz contundente.

"En ningún caso la Academia impedirá que sus miembros se expresen libremente"
"Pedir la dimisión de Marisa Paredes parece propio de un comisario político"
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Sánchez-Gijón agregó: "Mi apoyo a Marisa es absoluto. Igual el que tendría que dimitir es Campoy, que deberá dar explicaciones a la FAPAE. Su actitud es de un servilismo al PP increíble, indecente, alucinante: puro fascismo". Allí estaba también el directivo y productor de El Deseo, Agustín Almodóvar, miembro de la directiva, que se desmarcó de otros productores como Gerardo Herrero, Andrés Vicente-Gómez y Enrique Cerezo que habían mostrado su apoyo a las declaraciones de Campoy.

Ayer, tras conocer el comunicado de la Academia, el presidente de la FAPAE declaró a Efe: "Es el momento de cerrar heridas. Hemos dicho lo que teníamos que decir y ahora hay que aunar esfuerzos para salir de la crisis".

La nota de la junta directiva (formada por seis presidentes y ex presidentes de la entidad y 26 vocales de los 13 sectores del cine) explica que "jamás se planteó, ni por parte del grupo Animalario ni de la Academia, que la gala se convirtiera en un acto contra la guerra, aunque en las líneas del guión trazado había -eso sí- ironía, reivindicaciones profesionales y alguna referencia a la actualidad, perfectamente tolerable dentro de una sociedad democrática, como es por fortuna la nuestra".

La nota recuerda también, en respuesta a las críticas que han acusado estos días a la gente del cine de alzar su voz contra el Gobierno pero no contra el terrorismo, "que en ediciones anteriores, cuando la entrega de premios coincidió con un atentado terrorista [el asesinato de Francisco Tomás y Valiente], el presidente de la Academia mostró a todo el país las palmas de sus manos pintadas de blanco. Y anteriormente también se pidió la libertad de dos secuestrados [Delclaux y Ortega Lara]. Ésos también fueron actos libres, alegatos contra la violencia".

La Fundación Víctimas del Terrorismo hizo pública ayer una nota en la que dice que "el cine español no ha prestado prácticamente atención ni ha tratado, salvo honrosas excepciones, el fenómeno de la violencia desde una perspectiva crítica, directa y sin ambigüedades".

Mientras, la profesión blindaba con su apoyo a la Academia. Álex de la Iglesia, director y productor, dijo: "La gala me pareció la mejor a la que he asistido nunca, la más divertida y la mejor dirigida. Me pareció maravillosa. Estoy totalmente a favor de Marisa Paredes, a la que ofrezco mi apoyo más absoluto, al mismo tiempo que expreso mi asco y preocupación ante las presiones que están ejerciendo sobre ella. Todo esto es un ejemplo más de cómo el país se está convirtiendo en un país rancio, conservador y que la gente del PP está cada día abandonando más las posiciones de centro, pasando a la derecha y de ahí a posturas dictatoriales".

Penélope Cruz: "Me apetecía mucho estar en la fiesta, pero luego pasó algo mucho más importante que eso, que todo el mundo lanzara su opinión y que fuera tan tajante en lo mismo: decir no a la guerra y no tener miedo a decirlo. Por supuesto que me puse la pegatina, y voy a llevarla a diario, soy radicalmente pacifista. Intentar combatir la violencia con la violencia es inconcebible. El pueblo tiene derecho a hablar".

Fernando León: "Es una aberración pedir la dimisión de la presidenta. El hecho de que no se pueda decir lo que se piensa da idea de lo que está pasando en este país".

Fernando Trueba (director): "En la gala me sentí orgulloso de pertenecer al colectivo del cine, cosa que no me ocurre frecuentemente. Todo esto prueba una cosa que ya se sabe: que los pofesionales del cine son mayoritariamente progresistas y que los productores son mayoritariamente reaccionarios. Por eso no debe sorprender a nadie".

Fernando Bovaira, productor de Sogecine, declaró en la rueda de prensa de presentación de Mortadelo y Filemón: "Me ha sorprendido, más que la gala, la reacción a la gala. La gala es un acto organizado por la Academia de Cine, institución que representa a los profesionales del sector, y emitida por una cadena de televisión pública. Que se haya pedido la dimisión de Marisa Paredes me parece más una respuesta propia de un comisario político que del presidente de una asociación profesional".

José Ángel Egido (uno de los protagonistas de Los lunes al sol, que recibió el Goya al actor revelación): "La situación se ha desbordado. Todo esto es una manifestación más de hacer una política con la que cada vez la gente está más en desacuerdo. Es muy triste que el gremio de artistas no pueda hablar con la libertad que proclaman. Dicen una cosa y luego hacen otra. El Gobierno dice que está a favor de la paz, pero en realidad está por la guerra. Es más de lo mismo. La presidenta de la Academia tiene todo mi apoyo".

El actor Juan Diego, miembro de la Unión de Actores, dijo: "Pertenecemos a un colectivo de cine y teatro que está ligado a la realidad. Es la mirada sobre la sociedad y cuando algo, como la guerra, puede destruirla hay que protestar enérgicamente".

El actor José Coronado, protagonista de la serie Código Fuego, que produce Eduardo Campoy para Antena 3, declinó pronunciarse ayer sobre la polémica.

El director Manuel Gutiérrez Aragón dijo: "Sólo faltaría que para conseguir dinero para el cine tuviera uno que estar a favor de la guerra. Es indignante la petición por parte de Campoy de la dimisión de Marisa Paredes. Yo, desde aquí, pido la dimisión de Eduardo Campoy".

Emilio Martínez-Lázaro: "Me parece un disparate que se pida su dimisión. No es culpable de que salga la gente a decir lo que quiera, pero lo que más me preocupa es que desde el Gobierno se ha hecho un toque a rebato a los medios afines y compruebas que hay un control de la prensa servil".

Rosa María Sardá, una actriz que ha sido habitual en la presentación de las galas en los últimos años, declaró: "Estamos en una democracia o eso se supone. Tenemos todo el derecho a opinar sobre los temas que nos conciernen. A este paso vamos a tener que desempolvar otra vez la pegatina de la libertad de expresión. Marisa Paredes es una presidenta estupenda que voluntariamente ha aceptado este cargo que a veces conlleva malos ratos y voluntariamente lo dejará cuando quiera dejarlo. Además, Marisa es responsable sólo hasta cierto punto de lo ocurrido en la gala, que se desarrolló de manera espontánea. Claro que había alusiones del guión al tema de la guerra, porque un guión debe reflejar lo que está ocurriendo en la calle. Es una obligación del cine. No hay que olvidar que una gran mayoría de españoles está en contra de la guerra".

Imanol Uribe: "Es una polémica absurda. Lo único que ocurrió en la gala fue que unos premiados expresaron libremente su opinión sobre un tema. Parece que en este país expresar las disidencias es imposible. ¿Si hubiesen conocido el guión se hubiera censurado? Han perdido los papeles, lo único que se hizo fue manifestar su postura en contra de la guerra. Tengo la sensación de que estamos en tiempos de Franco y no en un país democrático y libre. Se han quitado la careta y se ha descubierto el pastel. Si en un medio público sólo se puede emitir lo que ellos quieren todo está manipulado. Espero que este tema no sirva a algunos para realizar una especie de caza de brujas, con listas negras y cosas parecidas".

Montxo Armendariz: "El cine, y quienes trabajamos en él, no vivimos aislados de la realidad, como algunos creen o les gustaría, sino que participamos en ella. Por tanto, que los premiados en la gala de los Goya (no olvidemos que con el voto mayoritario de los académicos) manifestaran su opinión sobre la crítica situación social y política que estamos viviendo no sólo me parece legítimo, sino necesario".

Montxo Armendariz (en el centro) y Fernando Trueba (derecha), ayer, rodeados de periodistas.
Montxo Armendariz (en el centro) y Fernando Trueba (derecha), ayer, rodeados de periodistas.RICARDO GUTIÉRREZ
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