Dos nuevos estudios preliminares avalan el uso de células madre para regenerar el corazón infartado
Dos nuevos estudios publicadas en The Lancet han aportado pruebas preliminares de que el trasplante de células madre de la médula ósea podría regenerar las células dañadas del corazón después de un infarto al desencadenar la angiogénesis (nuevo crecimiento de células de los vasos sanguíneos) en el tejido cardiaco dañado.
Pero estos estudios deben interpretarse con cautela. "Con independencia de adónde nos conduzcan estas investigaciones, es probable que siga la conocida trayectoria de resultados increíbles que conducen a expectativas irreales seguidas de complicaciones y desengaños aleccionadores y, finalmente, a un optimismo precavido", se afirma en un editorial adjunto en la revista The Lancet.
La eficacia del trasplante de células por sí solo no se puede evaluar aún
En la primera de las investigaciones, el equipo de Gustav Steinhoff, de la Universidad de Rostock (Alemania), inyectó células de médula ósea a tres pacientes que habían sufrido un infarto a la vez que se les practicó también una operación de derivación coronaria. Todos sobrevivieron a la cirugía, y en cinco de ellos mejoró claramente el flujo sanguíneo al corazón, lo que indica que tal vez las células madre hayan generado un crecimiento celular en áreas previamente dañadas.
"Hemos demostrado que implantar células madre procedentes de la médula ósea para regenerar el miocardio junto con la cirugía de derivación coronaria es seguro", explica Rostock. Pero también advierte que "todos los intentos publicados de realizar una trasplante clínico de células para la regeneración cardiaca, incluido nuestro estudio, se han realizado junto con la revascularización quirúrgica, de forma que la eficacia del trasplante de células por sí solo no se puede evaluar fácilmente. Hacen falta ensayos controlados para aclarar la función que el trasplante desempeña en la regeneración cardiaca".
El segundo estudio resalta también los posibles beneficios del implante de células madre para obtener la regeneración del tejido cardiaco. Realizado por el equipo de Hung-Fat Tse, de la Universidad de Hong Kong, esta investigación ha demostrado el éxito inicial de un trasplante de células madre mediante catéter en ocho pacientes, todos los cuales habían mejorado su función cardiaca a los tres meses de seguimiento.
Hung-Fat Tse asegura que la inyección de células madre obtenidas de la propia médula ósea del paciente en el músculo cardiaco para la regeneración de los vasos sanguíneos "es un procedimiento seguro y factible para pacientes con enfermedad cardiovascular que no pueden ser tratados mediante terapia médica o quirúrgica". Este investigador dice que hay previstos nuevos estudios para evaluar el impacto clínico de esta terapia en poblaciones más amplias y controladas. Además, "hay que definir cuál es el tipo exacto de células madre de médula ósea que resulta eficaz".
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