La corrupción salpica a la gobernadora de Río de Janeiro
Un escándalo de corrupción se cierne sobre el recién estrenado Gobierno de Río de Janeiro, el segundo Estado más importante de Brasil. La gobernadora Rosinha Matheus, esposa del ex gobernador del mismo Estado, predicador evangélico y reciente candidato a la Presidencia de la República, Anthony Garotinho, ha visto cómo el asesor económico de su campaña electoral aparece involucrado en un caso de desvío de fondos a Suiza.
El escándalo tiene todos los ingredientes para ser materia de una película. Rodrigo Silveirinha, ex secretario de Administración Tributaria del Gobierno de Garotinho y asesor económico de la campaña electoral de su esposa y actual gobernadora, la evangélica Roshinha Matheus, presuntamente participó en una trama de corrupción junto con siete inspectores de Hacienda, acusados de haber enviado a un banco de Suiza la suma de 32 millones de dólares.
La gobernadora acababa de nombrar a Silveirinha, que había sido hombre de confianza de su marido y su brazo derecho en la reciente campaña electoral, presidente de la Compañía de Desarrollo Industrial de su Gobierno. Una semana después ha tenido que exigirle su dimisión tras conocer que fueron las autoridades bancarias suizas quienes alertaron al Gobierno de Brasil de la sospecha de una cuenta ilegal abierta por altos funcionarios de Río de Janeiro.
Lavado de dinero en Suiza
Alertada la policía, se llegó a la acusación de Silveirinha y de otros siete inspectores de Hacienda del Gobierno de Garotinho de haber creado una red de corrupción y de lavado de dinero negro colocado en Suiza. Tanto Silveirinha como sus presuntos cómplices eran los responsables de fiscalizar las cuentas públicas y de cobrar impuestos a las 400 mayores empresas del Estado de Río. La sospecha es que la banda de Silveirinha recibía mordidas de algunas de esas empresas para ocultar el impago de impuestos.
Silveirinha había militado con Garotinho en el Partido Democrático de los Trabajadores (PDT), el más a la izquierda del país, y después habían pasado juntos al Partido Socialista (PSB). Trabajaron juntos muchos años. Y ahora, al estallar el escándalo, el predicador evangélico, que había hecho su campaña electoral alegando no tener recursos económicos porque siempre había denunciado el lucro excesivo de los bancos -de quienes se había negado a recibir ayuda financiera para la campaña-, ahora se siente indignado. Afirmó en televisión: "Me ha engañado esa banda de corruptos". Y su esposa, la nueva gobernadora, ha pedido que se investigue a fondo toda la historia, permitiendo que se abra enseguida en el Parlamento de Río una Comisión de Investigación.
Con sueldos módicos en el Gobierno de Río, tanto a Silveirinha como a sus presuntos cómplices se le han descubiertos chalés y pisos de verdadero lujo, que valen millones de dólares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.