Bush se opone a la discriminación positiva en las universidades
El presidente estadounidense, George W. Bush, calificó ayer de "injusta" e "inconstitucional" la política de discriminación positiva que practica la Universidad de Michigan por considerar que perjudica a los estudiantes blancos a favor de los hispanos y los negros.
La Casa Blanca tiene previsto presentar hoy un informe ante el Tribunal Supremo que está juzgando el caso, en el que expresará su oposición al sistema de discriminación positiva. Es una decisión arriesgada para un presidente republicano: al atacar uno de los mecanismos del sistema educativo que compensa las desigualdades sociales y raciales corre el peligro de alienar a su electorado más codiciado: el de las minorías.
El programa "equivale a un sistema de cuotas que recompensa y penaliza de manera igualmente injusta a los estudiantes, sólo por su raza", dijo ayer Bush. "Apoyo firmemente la diversidad étnica, especialmente en la enseñanza superior, pero los métodos de la Universidad de Michigan para alcanzar este objetivo son fundamentalmente injustos".
La demanda ante el Supremo fue presentada por tres estudiantes blancos contra esta Universidad por favorecer a las minorías. La discriminación positiva empezó en EE UU en los años 40. Éste es el primer caso desde 1978 que cuestiona su aplicación. "Los prejuicios raciales son una realidad en nuestro país, pero al tratar de solucionar el problema no debemos usar métodos que crean más injusticias", dijo Bush, quien calificó la política de cuotas de "inconstitucional".
La decisión presidencial fue muy criticada por los demócratas y los grupos pro derechos civiles. Éste es un momento muy delicado para los republicanos que apenas acaban de recuperarse de las declaraciones del ex líder de la mayoría en el Senado, Trent Lott, a favor de la segregación.
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