De tal palo, tal paliza
La violencia doméstica castiga principalmente a las mujeres, pero no son las únicas víctimas de esta lacra social. Muy a menudo se olvida que los hijos e hijas de estas mujeres no sólo sufren también las consecuencias físicas o psíquicas de las agresiones del padre, sino que además están aprendiendo e interiorizando una conducta que les puede convertir en futuros maltratadores (en el caso de los hijos varones) o en víctimas sumisas de las palizas de su pareja (en el caso de las hijas).