Los astrónomos hallan indicios de un aro de estrellas alrededor de la Vía Láctea
Los astrónomos han descubierto parte de lo que parece ser un gran aro formado por estrellas viejas que está rodeando nuestra galaxia, la Vía Láctea. Ayer anunciaron el hallazgo en la sesión inaugural de la reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana, que se celebra en Seattle (EE UU).
En realidad, los científicos han observado varias porciones de esa rosquilla de astros, y algunos se plantean si puede ser un brazo externo de la espiral de la galaxia, pero los datos indican que seguramente se trata de un aro de unos cien millones de estrellas que rodea la Vía Láctea más allá del disco principal de la misma, informa Space.com.
El rastro de esta estructura nunca vista hasta ahora ha sido encontrado por dos equipos de observación independientes. Uno es un grupo estadounidense que ha analizado los datos tomados en el Sloan Digital Sky Survey, un proyecto a largo plazo que tiene por objetivo hacer un buen mapa detallado de una parte de la galaxia. Los científicos creen que ese aro de estrellas puede ser el resultado de una o varias colisiones de la Vía Láctea con otras galaxias hace miles de millones de años.
El otro grupo, europeo, ha estudiado esa región del cielo utilizando el telescopio anglo-holandés Isaac Newton, de 2,5 metros de diámetro, situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla canaria de La Palma. "Este anillo es inusual porque parece que está formado sólo por estrellas viejas", comentó en Seattle Rodrigo Ibata, del Observatorio de Estrasburgo (Francia) y miembro del equipo. "Aunque se conocen varias galaxias con anillos brillantes de estrellas jóvenes, ninguna parece tener algo similar a éste de la Vía Láctea. Esta estructura podría ser el resultado del canibalismo de la galaxia al comerse a otra vecina.
"Desde lejos, la Vía Láctea se vería con un anillo rojizo alrededor", explicó Ibata en Seattle. "Sin embargo, debido a su bajo brillo superficial, dicho anillo sería difícil de detectar y, tal vez por esto, no se ha visto en otras galaxias". De cualquier forma, si se confima su existencia, los astrónomos tendrán que repasar la teoría sobre la formación y evolución de la galaxia.
Esas estrellas viejas del anillo sumarían aproximadamente el equivalente a mil millones de soles, lo que representa sólo el 1% del total de la masa de la Vía Láctea. Son astros muy difíciles de detectar porque están oscurecidos por el polvo interestelar y la luz de otros astros más brillantes. Sólo gracias a las nuevas cámaras digitales con que están equipados los telescopios ha sido posible verlas, recuerda Robert Roy Britt en Space.com.
La Vía Láctea es una galaxia espiral de unos 100.000 años luz de diámetro, formada por 100.000 millones de estrellas, la mayoría situadas cerca del plano central. En uno de los brazos espirales, a 30.000 años luz del centro, está el Sol y nuestro sistema solar.
"La masa estimada del nuevo anillo se basa en la presunción de que la estructura es un aro completo que rodea toda la galaxia", explicó Annette Ferguson, líder del equipo europeo. "Nuestras observaciones sólo nos permiten seguir el rastro de aproximadamente un tercio de la circunferencia de la galaxia, lo que significa que tal vez la masa total de esa estructura es inferior a mil millones de masas solares".
La confirmación definitiva de la existencia de esta rosquilla de estrellas tardará en producirse, han advertido los astrónomos, porque tendrán que intentar ver a través de la parte central de la Vía Láctea, que es muy brillante, para hacer el recuento de astros al otro lado, según explicó Ferguson, de la Universidad de Groningen en los Países Bajos.
La reunión de la Sociedad Astronómica Americana, que este año cumple su 201 aniversario, es una cita anual en la que decenas de grupos presentan sus resultados más interesantes. Este año asisten a la conferencia unos 2.000 astrónomos.
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