_
_
_
_
_
Limpieza de la costa gallega | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Muxía cree que lo que queda por limpiar es trabajo de especialistas

"En Muxía, la labor que tenían que hacer ya la han hecho". Alberto Blanco, del PP, alcalde del pueblo convertido desde noviembre en primer frente de la batalla contra el chapapote, está de acuerdo con el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, en que ya no hace falta que las comunidades autónomas recluten a voluntarios para encargarse de la limpieza de determinadas playas y zonas del litoral gallego afectadas por el vertido del Prestige.

"Es necesario reducir el número de voluntarios. Nosotros vamos a empezar a hacerlo inmediatamente. Hasta ahora hemos tenido entre 600 y 800 cada día. Mañana mismo fijaremos el tope en 200", afirma.

¿La razón?. "Las playas y calas que quedan por limpiar son las más peligrosas. No podemos poner en riesgo la integridad física de los voluntarios. Ese trabajo lo deben hacer especialistas, como los mariscadores o los soldados", aclara.

Más información
Francia prohíbe las ostras por la marea negra

En los últimos días, placas de chapapote han vuelto a ensuciar playas de los municipios de la Costa da Morte. Algunos creen que se trata de una cuarta marea negra y otros señalan que sólo se trata de pegotes de chapapote instalado en otras calas o acantilados que han sido arrancados de allí y devueltos a otras playas como consecuencia de las mareas.

Blanco agradece la entrega de los miles de voluntarios que se han desplazado hasta este pueblo de la Costa da Morte en las últimas semanas, pero asegura que, a partir de este momento, dos centenares de personas son suficientes para hacer frente al chapapote "en caso de que lleguen algunas manchitas nuevas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_