Los marineros de Pontevedra rechazan la oferta para cobrar por retirar petróleo del mar
Fraga acusa a los partidos de la oposición gallega de "instaurar el espíritu del anarquismo"
El Gobierno central ha renunciado de momento a cualquier iniciativa propia para detener el fuel cuando se acerca a la costa y ha decidido encomendar la defensa de las rías gallegas al trabajo que desde hace tres semanas ya realizaban por su cuenta los marineros. La Administración trata de conformar a pescadores y mariscadores pagándoles por el uso de sus barcos y de los aparejos que ellos mismos han ideado para contener la marea negra. Pero la oferta, realizada por Fomento, ha creado división. Las cofradías de Pontevedra se niegan a firmarla en tanto el Gobierno no mejore sus condiciones.
Los marineros de algunas poblaciones de la Costa da Morte (A Coruña) dejaron ayer de recoger fuel en el mar. Se trataba de una medida de presión ante las negociaciones que iba a mantener la Federación Provincial de Cofradías con representantes de la empresa estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar), de Puertos del Estado y del Ministerio de Medio Ambiente. Pero la reunión acabó en acuerdo, después de que los representantes de la Administración aceptasen algunas condiciones de los marineros: asegurar a todas las embarcaciones y sus tripulantes, y pagar la misma cantidad a los marineros que achican fuel en el mar y a los que se dedican a la limpieza en tierra. Cada pescador percibirá 36 euros al día, y los propietarios de los barcos 60.
Pero las cofradías de Pontevedra, que abarcan la mayor parte de las Rías Bajas, no están de acuerdo con esas condiciones. Piden que los pagos sean con carácter retroactivo desde pasado día 4, cuando los marineros tuvieron que echarse al mar espontáneamente para contener el fuel antes de que entrase en las rías a falta de cualquier previsión por parte del Gobierno. También insisten en que, además de pagar, la Administración debe facilitarles más medios. "En las condiciones que le han ofrecido a los de A Coruña, nosotros no firmamos", declaró el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. "Estamos hartos de este tema, que nos está dando más lata que el propio chapapote. Y el dinero no es lo único que nos importa".
En la Costa da Morte, sin embargo, se han resignado a combatir la marea negra sin más armas que sus barcos y sus aparejos. "Creo que estamos parando el fuel bastante bien", aseguró Javier Sar, patrón mayor de Muxía. "Otros medios no hay, porque no están inventados".
En huelga de hambre
El rechazo a las ofertas del Gobierno tiene su manifestación más extrema en las Rías Bajas en la huelga de hambre que mantienen desde hace tres días los patrones mayores de O Grove y Pobra do Caramiñal y el gerente de la cofradía de Cangas do Morrazo. Los tres exigen que, antes de hablar de dinero, la Administración les facilite medios como barreras oceánicas y bombas de achique, además de poner a su disposición embarcaciones de la Armada. En O Grove, otros tres miembros de la cofradía, un marinero y dos mariscadoras, se sumaron ayer a la huelga de hambre. En esta localidad de la ría de Arousa se sigue viviendo una gran tensión a pesar de que la mancha de fuel se haya alejado hacia el norte. Representantes de la cofradía, de diversas entidades ciudadanas y de los partidos de la oposición se encerraron anoche en el ayuntamiento.
El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, aseguró que está "preocupado" por los huelguistas, pero a continuación los acusó de "hacer política" y sostuvo que es "absolutamente inexacto" hablar de falta de medios. Fraga también censuró a los partidos de la oposición, BNG y PSOE, a los que acusó de "querer instaurar el espíritu de acción directa, de anarquismo general y de acciones semejantes a las del París de mayo del 68". Según Fraga, sus adversarios políticos recurren a esos métodos "convencidos de que por la vía normal del sufragio no van a cambiar sustancialmente la situación".
Las protestas continuaron ayer por toda Galicia. En Lugo, 6.000 estudiantes rodearon la muralla romana de la ciudad, mientras la Plataforma Nunca Máis distribuía por toda Galicia 25.000 carteles con el lema "Aznar, prófugo de la marea negra", en alusión a la ausencia del presidente del Gobierno de las zonas afectadas por el vertido. En las islas Cíes fueron detenidos cinco voluntarios que, al terminar su jornada, se negaban a regresar a puerto como forma de protesta por la falta de medios.
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