Consumo responsable sin aditivos

"Tu medicina es tu alimento", asegura Juli parafraseando a un filósofo para resumir su apuesta por el consumo de productos ecológicos. Acaba de entrar a comprar varias cosas en la sede de La Llavoreta, asociación sin ánimo de lucro de consumidores de productos ecológicos ubicada en Valencia, donde los socios pueden obtener todo tipo de productos. Juli tiene 31 años, un hijo y espera otro. Es vegetariana desde hace años y sólo consume productos ecológicos. Tiene un pequeño huerto en la urbanización de Calicanto en Torrente donde vive, a doce kilómetros de Valencia, y en el que cultiva de forma ecológica habas, brócoli, coliflor, "algo de pimiento", alcachofas o guisantes. Pero para lo demás ha de cruzar la ciudad de Valencia de sur a norte hasta la sede de La Llavoreta. Los productos ecológicos no se venden en todos los comercios y aunque cada vez son más fáciles de encontrar, son todavía de forma casi exclusiva parte de la oferta de asociaciones como La Llavoreta, de algunas cooperativas, de los establecimientos dietéticos y herboristerías, de algún puesto aislado en un mercado de productos "convencionales" y una parte bastante residual en la oferta de la gran distribución.

Cada vez, en cualquier caso, hay más oferta y los precios son más bajos a pesar de que en general los productos ecológicos cuestan algo más, según indican consumidores y comerciantes consultados. "No es una cuestión de caro o barato, sino de saber que se está pagando un precio justo al agricultor", y de respeto al medio ambiente, añade Vicenta Castillo, socia de La Llavoreta.

Vicenta recuerda que cuando nació la asociación en 1993 sólo podían ofrecer "cuatro verduras y cuatro panes". Ahora más del 95% del centenar de socios que tienen pide todo lo que necesita a través de la asociación. Vicenta explica que el producto fresco (hortalizas y verduras fundamentalmente) se compra en la Comunidad Valenciana. Otros, como algunas frutas tropicales, productos de limpieza o de comercio justo, provienen de otros puntos de España y del extranjero.

El campo valenciano exporta entre un 80 y un 85% de su producción ecológica. Los últimos datos indican que en la Comunidad Valenciana hay 21.850 hectáreas dedicadas a la agricultura ecológica, apenas un 2% de su superficie total agraria. Y casi la mitad de esta superficie está en Castellón, según recordaron esta semana en el III Congreso de Agricultura Ecológica que se clausuró ayer en la Universidad Jaume I de Castellón. Los datos del Ministerio de Agricultura (MAPA) del año pasado indican que la Comunidad Valenciana es la sexta autonomía en superficie agrícola ecológica. En 2001, según el MAPA, había 670 productores valencianos dedicados a esta actividad agraria, 91 elaboradores y dos importadores. El ministerio también tenía registradas 31 explotaciones ganaderas en agricultura ecológica.

A Vicenta le gustaría hacer llegar su opción de consumo a más gente ya que a pesar de que dice que está aumentando el consumo aún "falta mucha información". También explica que en este tema Europa está "como tres zancadas por delante". Entre los miembros de la asociación, de hecho, hay "muchos" extranjeros. Según comenta, el perfil del consumidor ecológicos es el de una persona, "casi más hombres" entre 30 y los 50 años. Es optimista. "Es cuestión de sembrar con la gente joven", asegura.

Falta mucho, explica José Navarro, dueño de J. Herbolario, firma fundada en 1771 que desde hace 15 años trabaja con productos ecológicos, para que el 40% de las ventas sean biológicas o ecológicas, como asegura que ocurre en algunos países europeos. Por el momento, éstas apenas representan el 3% en España. Navarro, que lidera un negocio que ha abierto ocho tiendas en régimen de franquicia en Elx, Calpe, Gandia, Denia, Torrent, Valencia, L'Eliana y Vinaròs, explica que hoy en día hay todo tipo de productos ecológicos y que es una opción que hace quince años defendían "cuatro muy concienciados y de nivel alto" pero que "cada día va a más".