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La caída de la producción en un 45% y la ligera subida de los precios marcan la campaña oleícola

Preocupación entre los olivareros por la incertidumbre en el pago de las ayudas comunitarias

Ginés Donaire

La campaña olivarera que se ha iniciado la última semana va a estar marcada por un descenso de la producción, una ligera subida de los precios del aceite de oliva y la inquietud que mantienen miles de agricultores andaluces por el retraso en el pago de las ayudas comunitarias por no coincidir sus declaraciones con el Sistema de Información Geográfica (SIG) elaborado por el Gobierno central. El segundo aforo de cosecha que la Consejería de Agricultura presentará el próximo martes no modificará sustancialmente los primeros datos ofrecidos a finales de octubre, donde se asignó a Andalucía una producción de aceite de oliva de algo más de 698.000 toneladas, un 45% menos de la última campaña récord.

La provincia de Jaén acaparará la mitad de la producción de toda la comunidad, con unas 343.000 toneladas. En todo el territorio nacional la producción con derecho a ayudas comunitarias no superará el millón de toneladas aunque la penalización estará por encima del 20% al rebasar en ese mismo porcentaje la cuota máxima asignada a España por la UE. De esta manera, la subvención será aproximadamente de 1,04 euros por kilo, por debajo de la que reciben los oleicultores de otros países competidores.

Con todo, el delegado de Agricultura en Jaén, José Castro, cree que el descenso de la cosecha con respecto a otros países productores, como es el caso de Italia, va a tener consecuencias positivas en la comercialización del aceite. "Va a favorecer el alza de los precios y hará que los agricultores incrementen su valor añadido". La patronal agraria Asaja ya ha constatado una subida media de 0,12 euros en el último mes en el precio del aceite de oliva. El aceite virgen extra, el de mayor calidad, se vende actualmente a 2,06 euros, uno de sus techos del último año. Esta buena noticia coincide con el aumento de las ventas, superiores a los 90 millones de kilos en el mes de noviembre, "lo que acredita la buena salud del producto en el mercado", según el gerente de Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero. Esta asociación agraria sostiene que los precios del aceite deben estabilizarse en el umbral de los dos euros para garantizar la rentabilidad del producto.

La calidad del aceite de esta campaña va a ser de un índice medio al verse afectado por la alta incidencia de picadura de la mosca del olivo. Desde la Consejería de Agricultura se recomienda a los olivareros evitar en lo posible atrojamientos excesivos de la aceituna y molturarla lo antes posible. Además, se incide más que nunca en la necesidad de no mezclar la aceituna del árbol con la del suelo, de peor calidad.

Sin embargo, la mayor inquietud de los olivareros en esta campaña, por encima incluso del descenso en la producción, es la incertidumbre en el pago de las ayudas comunitarias a miles de ellos por las discordancias entre sus declaraciones de cultivo y el nuevo Sistema de Información Geográfico (SIG) elaborado por el Ministerio de Agricultura y entregado a la Junta de Andalucía a principios de noviembre.

Desde el PSOE, el diputado por Jaén José Pliego ha criticado al Gobierno central por dejar en manos de la Junta un sistema que él ha calificado como una "chapuza" por sus múltiples errores. Pliego estimó en unos 84.000 los olivareros andaluces con discrepancias con respecto al SIG. Desde el Ministerio de Agricultura se ha admitido que 55.000 oleicultores han presentado distintas anomalías, y a 24.800 de ellos se les ha rechazado sus declaraciones de cultivo. En la provincia de Jaén, unas 16.000 solicitudes de ayuda (un 9%) no se han pagado por discordancias con el SIG.

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El diputado popular Gabino Puche ha criticado la "irresponsabilidad" de la Junta y ha lamentado que "no haya colaborado más activamente en el proceso de elaboración". Puche ha pedido ha subrayado que "ni existen problemas con el SIG ni peligra el cobro de las ayudas, salvo que se considere un problema que algunos agricultores no hayan podido justificar su situación". Sin embargo, Asaja ha denunciado que miles de olivareros jiennenses siguen sin percibir la liquidación de la campaña 2000-2001. El gerente de la patronal agraria, Luis Carlos Valero, ha exigido una mayor coordinación entre el Ministerio de Agricultura y la Junta de Andalucía "para que los cruces de datos se actualicen y se perciba el dinero lo antes posible".

Un grupo de jornaleros en la cortijada jiennense de Garcíez, el pasado día 6.
Un grupo de jornaleros en la cortijada jiennense de Garcíez, el pasado día 6.JOSÉ MANUEL PEDROSA

"El subsidio es imprescindible"

Nueve de la mañana del 6 de diciembre. Una docena de jornaleros (nueve hombres y tres mujeres) combaten la gélida temperatura dando palos sobre los 3.000 olivos centenarios de una finca en la cortijada de Garcíez, a unos diez kilómetros de la capital jiennense. Elías Pulido, de 64 años, encuentra en la campaña olivarera "y en otras chapuzas que salgan" los ingresos necesarios que le hagan llegar pronto a la jubilación. Los más de 30.000 jornaleros que participan en la campaña oleícola en la provincia de Jaén -3.000 de ellos inmigrantes- perciben este año 35,10 euros por seis horas y cuarto de jornada laboral, tras el incremento del 4% acordado en el último convenio del campo. Desde hace algunos años, hombres y mujeres cobran el mismo salario. "Algo justo", aseguran Juani, Fina y Ana, las mujeres de la cuadrilla. Las tres se pasan toda la jornada de rodillas debajo de los olivos cogiendo la aceituna caída al suelo. Ninguna de ellas se ha visto obligada a dejar a sus hijos en algunas de las 135 guarderías temporeras y centros de días habilitados por toda la geografía provincial.Ana tiene en la cuadrilla a su marido, Juan Carlos, el tractorista, que está empleado todo el año en esta finca. Menos suerte tiene Francisco López, de 34 años, que todavía no sabe cómo afrontará los meses siguientes al fin de la recolección de la aceituna. El motivo no es otro que haberse quedado fuera del subsidio agrario. "El Inem me ha excluido porque he estado algunos meses en la construcción, en el régimen general". Tanto él como su compañero de mantón Juan Pedro Jiménez coinciden: "El subsidio agrario es imprescindible para poder subsistir en esta tierra". Los días de fiesta acuden a la recolección familias enteras y estudiantes en busca de unos ahorros. Como Miguel Ángel Higueras, un estudiante de Mecánica de 19 años, que lo tiene claro: "El campo es muy duro, no me gustaría dedicarme a esto toda la vida".José Ramiro, el propietario de la finca, dice que esta cosecha recogerá unos 100.000 kilos de aceituna, menos de la mitad del año pasado. Se queja de los bajos precios del aceite de oliva, algo que contrasta con el incremento de los costes de producción en cada campaña. "Cada año tenemos que renovar mantones, las varas de fibra e invertir en nueva maquinaria", dice señalando hacia la grúa pluma que sube al tractor la aceituna concentrada en los mantones. También tiene una sopladora y para el año que viene piensa en adquirir una máquina vibradora. Y es que "los tiempos han cambiado una barbaridad", exclama José Ramiro.

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