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El FBI se lanza a la caza de un sacerdote acusado de 44 casos de pederastia

Enric González

La lista de los fugitivos más buscados por el FBI incluye, por primera vez, a un sacerdote católico. Siegfried Widera, de 61 años, acusado de 44 delitos relacionados con el abuso de menores, desapareció de su residencia en Milwaukee (Wisconsin) en mayo, cuando alguien le advirtió de que la policía iba a detenerle. Widera es millonario por herencia familiar, lo que le permitió iniciar la fuga de forma confortable: embarcó en un crucero por el Caribe y posteriormente viajó por Tejas y Arizona. A partir de ahí, la policía le perdió la pista.

La carrera profesional de Widera, ordenado sacerdote en 1967, es uno de los resultados más flagrantes de la política de tolerancia hacia los responsables de abusos contra menores practicada durante décadas por la Iglesia católica de Estados Unidos. Ejerció su primer destino como párroco en West Allis (Wisconsin) entre 1969 y 1972. En esa época abusó repetidamente de dos niños de 10 años, según una acusación formalizada la semana pasada en Milwaukee. En 1973, se declaró culpable de cometer 'un acto de gratificación sexual con su propio órgano y el de un menor', bajo la mirada de otros niños, según la sentencia.

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Pero la Iglesia católica le recogió en su seno y le envió a una nueva parroquia en el Condado de Orange (California). En esa zona, entre 1977 y 1985, abusó de otros cuatro niños, según acusaciones formuladas esta semana. Widera fue apartado de la parroquia en 1985, pero no del sacerdocio.

La fiscalía del Condado de Orange indica que los abusos comenzaban siempre por cosquillas. 'Llegué a odiar las cosquillas, porque cuando empezaba a hacérmelas ya sabía lo que iba a ocurrir a continuación', declaró una de las presuntas víctimas. Los abusos ocurrieron en coches, piscinas o en el propio dormitorio de los chicos.

'Es un peligro para cualquier niño que se cruce en su camino', declaró Doug Bachert, el agente federal que coordina la búsqueda del sacerdote, 'porque su conducta ha sido la misma durante décadas y no va a cambiar'.

El FBI y cuerpos policiales estatales y locales de Wisconsin, California, Arizona y Tejas participan en la búsqueda de Widera. 'Cuando alguien tiene tanto dinero como Widera, hay un montón de sitios donde esconderse', dijo la detective Anne Philippi, del departamento de policía de West Allis, que trabaja desde hace seis meses en la caza del hombre lanzada sobre el sacerdote. Según algunos indicios, Widera podría haber salido de Estados Unidos hacia México o Alemania.

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