París ofrece las propuestas más atrevidas para la próxima temporada de verano
Gaultier, Galliano, Helmut Lang y Balenciaga presentan sus novedades
Como un imán, París sigue atrayendo desde todos los puntos del globo propuestas más arriesgadas que Nueva York, menos comerciales que Milán y mejor confeccionadas que Londres. Las de París respiran un aire más intelectual, fruto de una labor de investigación intensa en formas y materiales. Firmas como Loewe, Balenciaga o Christian Dior han presentado sus colecciones junto a creadores como Jean-Paul Gaultier o John Galliano.
A lo largo de 10 días intensos (desde el pasado 2 al 11 de octubre) se celebran más de 125 desfiles dentro del calendario oficial organizado por la Cámara Sindical del Prêt-à-Porter de Creadores de Moda, con las propuestas para la primavera-verano 2003, además de un sinfín de presentaciones, desfiles paralelos, aperturas de tiendas -como los 500 metros cuadrados de Calvin Klein en la milla de oro o Avenue Montaigne y otra de Gucci- o la fiesta para el lanzamiento del nuevo perfume de Dior.
En los desfiles para Christian Dior, John Galliano cambió el chip, alejándose de lo étnico que él mismo inició hace un par de temporadas y que ha sido inspiración de otras muchas firmas. El británico-gibraltareño ha dado un giro de 180º, o mejor dicho, un salto atrás, para ofrecer una colección de claras referencias a los ochenta. Las proporciones son formas voluminosas arriba y más ceñidas abajo, como las amplias cazadoras-blusones de cuero marrón o loneta envejecida en las que van impresas palabras como filth (suciedad). En otro tipo de prendas aparece un letrero que dice: 'descuento 50%'.
Jean-Paul Gaultier, en un escenario circense con lonetas gastadas y trapecistas al fondo, lanzó la superposición de múltiples piezas. Entre ellas se incluyen los pantalones ceñidos hiperbajos de caderas que no se llegan a cerrar, lo que deja ver la ropa interior en negro, blanco o rayas naranjas y azules. Y todo combinado con chaquetas frac, levitas negras -con plisados en bajo-, tops de hombros escotados y mangas largas en punto a rayas gris y blanco. Ofreció además vaqueros-peto muy anchos sobre jerséis de ganchillo.
Edición limitada
En una mansión aristócrata de la parisina avenida Foch, y sin dejar de pasar obligatoriamente por la antesala donde estuvieron expuestos los bolsos (espina dorsal de la firma) inspirados en el Romancero gitano, de Lorca, José Enrique Oña Selfa presentó su segunda colección para Loewe: una edición limitada de 21 conjuntos, básicamente de napa y ante, de colores arena, marrón y crema con claras referencias españolas.
La antorcha del legado de Balenciaga está en buenos manos, según ha confesado Domenico di Sole, gran jefe del Grupo Gucci a quien pertenece la firma actualmente. 'Ha sido una colección muy bella, muy bien editada y Nicolas Ghesquière (diseñador de Balenciaga) es un gran talento con sólo 29 años' . La colección de 32 piezas, que lucieron 32 modelos, incluyendo Giselle y Carmen Kass, reúne un espíritu moderno y joven. Ghesquière ha roto con todos los moldes que se han visto durante estos días. Se centra en una idea y la desarrolla al máximo, como en este caso, que ha utilizado como punto de partida al mundo del submarinismo.
Una inspiración parecida ha guiado al que, hasta el momento, ha resultado el más moderno y renovado de los presentes: Helmut Lang, que vuelve a París después de varias temporadas presentándose en Nueva York. En su colección titulada, La próxima ola, en referencia a los surfistas, mezcla materiales como el látex con seda, el chifón, naylon y serpiente de agua para sus prendas.
Babelia
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