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Gucci recupera los años setenta y las faldas mínimas

Milán apuesta por los colores muy vivos y la ropa de clara inspiración militar

Milán, con más de cien desfiles organizados por la Cámara Nacional de la Moda, apuesta por las faldas mínimas, aunque no existen unas líneas maestras explícitas en cuanto a las tendencias, sino una pléyade de ideas variopintas y eclécticas. Tom Ford, para Gucci, es el mayor exponente de esta evocación de los sesenta, con mujeres seductoras, femeninas, pero nunca dulces ni románticas, y con pelos leoninos, pero sin caer en lo retro.

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Las pasarelas de Milano Moda Donna ofrecen hasta mañana las propuestas más comerciales de la moda internacional para la primavera-verano 2003. El sábado por la noche, al son de musica de los Beatles (Something y Eleanor Rigby), con mezcla tecno, Gucci lanzó a sus tigresas con microvestidos de escote palabra de honor y faldas que cubren lo justo y necesario (no más), de siluetas limpias en tonos pálidos y empolvados, como rosa palo, caramelo, café con chiffon elástico por dentro (a fin de sujetar el cuerpo) y tiras de seda, gasas bordadas o drapeadas por fuera, incluso con pequeñas plumas. Mezcla también originales quimonos-ponchos realizados con tiras de telas pintadas a mano, bordados y forrados de seda turquesa y plata u otros en punto de seda estampados, que combina con sólo un biquini. Los zapatos de tacón aguja en tafilete de plata y una cinta rosa y oro en la muñeca fueron los únicos complementos.

En términos generales reinan tanto los colores vivos (destaca el verde lima o manzana) como los básicos blanco y negro, el look inspiracion militar-safari con pantalones cargo en sofisticadas organzas y sedas, túnicas drapeadas; los años veinte, con vestidos de talles bajos, el hippy de luxe pasado por la pasamanería de las tribus africanas.

Los primeros días, dedicados a las firmas más jóvenes o segundas líneas, han contado con GFF, de Gianfranco Ferrè, quien propone una mujer romántica y delicada, en blanco y negro para blusones con capuchas y pantalones cargo en organzas, además de una serie de vestidos pichi con tirantes anchos en espalda y grandes faldas con múltiples capas en gasa negra, todo ello con zapatillas de bailarina con tiras cruzadas al estilo Degàs. Extè apuesta también por el negativo-positivo, pero de siluetas más agresivas y sexys para bustiers y minishorts de cuero con largos flecos colgando por los lados, a juego con altas botas negras de tacón aguja o cazadora corta con grafismo pop-art de círculos concéntricos irregulares.

Sensual y divina

D & G, por Dolce & Gabbana, encontró su fuente de inspiración en la antigua Roma, con minivestidos-túnicas drapeados en gasas de colores alegres (amarillo, turquesa, fucsia) y camisetas blancas con estampados del Coliseo, la loba y Rómulo y Remo y las letras SD & G (sensual, divina y glamurosa), estrechos pantalones tipo montar a caballo con estampado camuflaje beis y negro con altas botas de ante con tachuela, el mono short de seda rosa palo y las cazadoras de satén y zapatillas de deporte en colores con suela plataforma de 10 centímetros a rayas multicolores.

Emporio Armani, la línea más joven de Giorgio Armani, recupera la imagen de Josephine Baker en versión moderna (su cara impresa en camisetas en blanco, negro y rojo), pasada por Cuba, da un estilo casi de showgirl con minifaldas o microshorts en tonos reminiscentes engastados y empolvados aguamarinas, malvas y azules, y el estilo utilitario para saharianas, pantalones cargo en arena y cinturones con multibolsillos exteriores, repleto de detalles metálicos, además de parkas y largas faldas ligeras en tela tipo paracaídas con fruncidos de cordón en bajos con sandalias de plataforma. Juega con los contrastes mezclando piezas de sastrería con otras de sport, tejidos rígidos con otras más suaves y sutiles y nunca saca un conjunto completo de sastrería.

En Fendi, Karl Lagerfeld captó la esencia romana para vestidos túnicas sofisticados estrechos, en negro/marino o morado/marino, con drapeados, a veces con cortes destroyer, o el vestido telaraña en plata con bordado de lentejuelas complementado con exceso de anchos brazaletes, placas para cuello, gargantillas y cadenas doradas.

Prada hizo un mix Courreges-Cleopatra para una colección muy joven a base de minifaldas envolventes o minivestidos sin mangas en satenes brillantes o algodones, a veces cubiertos de láminas finas de plástico con forma de escama de cocodrilo, que combina con camisetas de tirantes, además de vestidos blancos en punto de algodón con bordado de pedruscos (de plástico) en tonos jade, piedra, azabache bordado sobre tela oscura, dando imagen de Cleopatra. Usa el neopreno de los buceadores para chaquetas y shorts en tonos verde-grisáceo, con rayas en costados, además de abrigos adamascados en seda, brocado oro, azul, y todo con sandalias planísimas con forma gladiador.

Christian Lacroix estrenó su primera colección para la mítica firma Emilio Pucci con estampados psicodélicos de los sesenta.

Modelo exhibiendo un microvestido de Gucci para la temporada 2003.
Modelo exhibiendo un microvestido de Gucci para la temporada 2003.AP
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