Javier Solana llama a los Quince a aumentar sus gastos militares
Francia pide a España, Alemania e Italia que incrementen sus presupuestos de Defensa
La Unión Europea bautizó en 1999 su política de defensa y seguridad (PESD) y anunció la creación de una fuerza de reacción rápida para el mantenimiento de la paz en 2003, pero el reloj corre y los obstáculos logísticos, tecnológicos y financieros no son pocos. Pese a todo, Javier Solana, jefe de la diplomacia europea, declaró ayer en Rezimnos (Grecia) que 'nunca como ahora' se está 'tan cerca' de lograrlo, y pidió a los Quince que incrementen sus gastos militares.
Solana pide 'fórmulas imaginativas' que suplan la austeridad de los presupuestos militares de los Quince. O al menos, como prefieren decir otros diplomáticos europeos, 'si no gastar más, sí mejor'. Una semana después de que el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, amonestara a sus colegas de la OTAN en Varsovia por su tacañería en el gasto militar, los ministros de Defensa de la UE se reúnen durante dos días en la isla griega de Creta con el fantasma de la crisis de Irak en mente pero con otra tarea más peliaguda sin resolver: modernizar sus defensas para adquirir protagonismo internacional.
Grecia, que ejercerá la presidencia de la UE en el primer semestre del año que viene, es el anfitrión, dado que Dinamarca decidió en su día autoexcluirse de la PESD. El español Federico Trillo está ausente y ha enviado a Javier Jiménez-Ugarte, secretario general de Política de Defensa.
EE UU apenas cree en la aplicación de la PESD pese a que en dos años han sido ya constituidas sus estructuras políticas y militares. No puede ser de otro modo al observar cómo la brecha transatlántica se agranda en capacidades militares y en inversiones en I+D, más aún después del 11-S. La diferencia es de tres a uno y sólo en I+D de cuatro a uno. En 2001, el presupuesto militar norteamericano fue de 310.500 millones de dólares (2,8 % del PIB) frente a 144.000 millones de la UE (1,4% del PIB).
Sólo tres países -Francia, Reino Unido y Grecia- rebasan el umbral del 2% considerado como un nivel correcto para una defensa eficaz. La francesa Michèle Alliot-Marie ha animado a sus colegas a seguir los pasos de París, que ha decidido incrementar en más del 6% el gasto militar aún a riesgo de que el déficit público supere el 3% según contempla el ahora vapuleado Pacto de Estabilidad. Alemania, Italia o España, que buscan mayor proyección en la PESD, deberían emular a Francia, observa Alliot-Marie, según la cual la 'UE debe ser capaz de desarrollar una capacidad militar lo suficientemente completa para dar una respuesta a una crisis internacional de envergadura sin contar con los recursos de la OTAN o de EE UU'.
En el punto de mira se halla especialmente Alemania, la mayor potencia de la UE pero con modesto presupuesto de defensa (1,5% del PIB). El débil crecimiento económico y las inundaciones del verano obligarán al canciller Gerhard Schröder a aplazar aumentos e incluso a revisar su participación en proyectos como el avión de transporte A400M, en el que está también España, Reino Unido, Francia, Turquía, Bélgica y Luxemburgo. Italia finalmente decidió retirarse el pasado diciembre.
Las carencias de los europeos se conocen y se empieza hace dos años a identificarlas y a proponer remedios. Los expertos militares y Solana realizan un espléndido ejercicio teórico, pero otra cosa será cuándo cada país decida pasar a lo concreto y a cumplir compromisos. El Alto Representante les ha pedido en Creta que cumplan con sus compromisos. El ministro alemán Peter Struck admite que 'hay que ir más deprisa para cerrar agujeros', pero no va más allá de eso. Y para el británico Geoffrey Hoon, la PESD 'no tiene sentido si no se mejoran las capacidades'.
Las carencias son grandes y se centran principalmente en transporte militar, inteligencia, comunicaciones, control de mandos, pero la lista negra habla también de aviones no tripulados, aviones de alerta temprana, munición guiada, defensa antimisiles, recursos contra armas químicas y biológicas...
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