_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

EE UU y el auge del terrorismo

En términos generales, puede decirse que la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo, que adquirió una magnitud masiva a raíz del 11-S, podría tener como consecuencia, a corto y medio plazo, un aumento de los atentados terroristas contra ese país y contra objetivos estadounidenses fuera de él. Podría haberse dado por hecho que la guerra incondicional declarada por el presidente Bush y su Gobierno contra las organizaciones terroristas y los países que patrocinan el terrorismo, junto con el éxito de la guerra de Afganistán, reduciría el peligro de ataques terroristas. Pero la situación es un tanto distinta.

Las condiciones que se viven en distintas partes del mundo llevan al auge, crecimiento y desarrollo del terrorismo musulmán que se nutre del odio al Occidente dirigido por EE UU. En este contexto, normalmente hablamos de países y lugares como:

La guerra de EE UU contra el terrorismo podría tener como consecuencia a corto y medio plazo un aumento de los atentados
Más información
EE UU alerta sobre posibles ataques aislados contra civiles en todo el mundo
Tema:: La primera gran crisis del siglo
Gráfico:: El antes y el después de la Gran Manzana

1. Países musulmanes.

2. Países con una amplia minoría musulmana.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

3. Lugares que padecen graves condiciones económicas.

4. Lugares en los que la población musulmana está en la parte inferior de la escala socioeconómica.

5. Países con un alto nivel de desempleo.

No todas las condiciones anteriormente mencionadas son un requisito previo para el desarrollo de movimientos islámicos radicales. Pero sí sirven de caldo de cultivo para el auge y crecimiento de grupos radicales que efectivamente manipulan la situación para reclutar miembros con promesas de un futuro mejor (muchas veces en el otro mundo). Los grupos radicales echan la culpa a EE UU y lo que representa. Su lema principal llama al retorno al islam puro y, para hacerlo, es necesario luchar y destruir Occidente y sus valores. Los valores de Occidente, basados en la corrupción de las almas y las mentes, son los culpables de las penurias económicas, la pobreza y el atraso de los musulmanes.

Los musulmanes radicales alegan que la lucha que Estados Unidos mantiene en su contra no es una guerra contra el terrorismo, sino una forma de corromper a la población musulmana y de evitar que ésta alcance el lugar que le corresponde en este mundo. Desea ver al mundo musulmán en su lugar inferior, como proveedor de petróleo y materias primas para su decadente civilización. El hecho de que EE UU esté atacando a los musulmanes en la guerra contra el terrorismo le hace un gran servicio a los radicales en sus labores de reclutamiento. Lo utilizan para convencer a los creyentes del islam de que deben plantar cara a ese Occidente que intenta reprimirles y profanar su religión. Convocan una yihad contra los no creyentes y reciben su recompensa en el otro mundo.

Todo esto significa que la combinación de comunidades musulmanas que viven en difíciles condiciones de penuria y pobreza, junto con la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo, crea una base de mayor motivación para que los grupos musulmanes radicales ataquen a ese país y a sus intereses por todo el mundo. Puede decirse que los grupos terroristas actualmente perciben a Estados Unidos como un 'paño rojo'. El sentimiento antiamericano está en aumento en el mundo musulmán. También se debe mencionar que esta situación ha creado una sensación de incomodidad entre los gobernantes y la población de algunos de los aliados musulmanes tradicionales de Estados Unidos, como los saudíes e incluso los jordanos. Interpretan que algunas de las acciones estadounidenses están dirigidas contra los pueblos musulmanes, y no solamente contra los radicales. Digno de mención es que existe la posibilidad de que algunos de esos países musulmanes 'moderados', que se identifican con Estados Unidos, no sean capaces de soportar las presiones internas si apoyan a EE UU cuando éste decida, si es que lo decide, ampliar la guerra e ir contra otros Estados que patrocinan el terrorismo (como Irak). Este tipo de acciones por parte de Estados Unidos podría provocar el aumento de elementos radicales antiamericanos en esos países.

Puede deducirse un ejemplo de las intenciones de algunos de esos elementos terroristas de la traducción de un manual de terrorismo titulado Manual de la yihad afgana. Es un manual en 11 volúmenes escrito por el departamento de entrenamiento de Al Qaeda.

Éstas son algunas de las citas, que aparecen bajo el encabezamiento, de las mejores formas de matar a miles de personas y difundir el miedo en Estados Unidos y Europa:

- Atacar lugares donde haya una gran intensidad de población.

- Escoger objetivos que tengan un valor sentimental (se menciona la estatua de la Libertad).

- Asesinar a personajes destacados en naciones árabes.

- Debe haber planes para atacar edificios altos, como rascacielos, y puertos, aeropuertos, centrales nucleares y lugares donde se reúna un gran número de personas.

- Reuniones públicas importantes como las celebraciones navideñas.

- Las unidades deben trabajar en zonas con grandes comunidades judías. En todos los países debemos atacar sus organizaciones, instituciones, clubes y hospitales... Todo ataque debe causar miles de muertes.

- Los golpes deben ser fuertes y producir un gran impacto en la población.

El manual ofrece asesoramiento sobre la forma de recaudar fondos para las operaciones encubiertas a través de la extorsión, el chantaje y el secuestro a cambio de un rescate. Para cubrir el gran coste de mantener una célula, se aconseja crear un negocio para generar ingresos regulares. Los miembros de una célula de un país donde esté previsto llevar a cabo un ataque no puede ser superior a siete personas que no deben conocerse entre sí. Sólo el jefe de la operación debe conocerles.

Ahora que Estados Unidos se prepara para lanzar alguna forma de ofensiva contra Irak, con la esperanza de derribar definitivamente el régimen de Sadam Husein, también debe valorar los peligros que podrían derivarse de una victoria en el campo de batalla. Esa victoria podría alimentar un fervor antiamericano aún mayor y favorecer los objetivos de los elementos radicales del terrorismo en el ruedo internacional.

Brian Cutter es experto en relaciones internacionales.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_