Los rascacielos del futuro protagonizan la VIII Bienal de Arquitectura de Venecia

El atentado del 11 de septiembre no acabará con los rascacielos. Basta pasearse por el Arsenal, la Cordelería y la Artillería, en la Venecia más íntima y popular, sedes de Next, la VIII edición de la Bienal de Arquitectura que se inaugura mañana, para comprender que el rascacielos seguirá caracterizando a las ciudades del futuro. Ahí está la maqueta de la nueva sede de The New York Times, de Renzo Piano, y el rascacielos que se alzará en Barcelona, de Dominique Perrault y Virginia Figueras. O la torre ecológica que Norman Foster construirá en Londres.

La Bienal de Arquitectura de Venecia, la gran exposición que toma el pulso al estado actual de la arquitectura (permanecerá abierta hasta el 3 de noviembre) presenta 140 proyectos de 90 grandes arquitectos, agrupados en salas y pabellones nacionales. Entre ellos el pabellón español, que este año ofrece diferentes propuestas virtuales a partir de El jardín de las delicias, de El Bosco. El comisario de esta Bienal, Deyan Sudjic, ha recorrido los estudios de arquitectura de medio mundo para traer a Venecia el muestrario más completo de lo que en materia de edificios nos deparará el futuro. Ordenados por su función (casas, museos, intercambio, formación, torres, trabajo, negocios, espectáculo, iglesia y Estado), los modelos y maquetas a escala de los proyectos seleccionados muestran la devoción por lo flexible, lo orgánico y lo fluctuante que inspira a los nuevos arquitectos. Un nuevo lenguaje para describir un nuevo estilo de construir y ordenar el espacio.

'No quería un tema fijo sin sentido', ha declarado Sudjic, 'sino presentar a través de proyectos ya realizados el estilo de las nuevas generaciones, las nuevas escuelas, el futuro de la arquitectura, más allá de la seducción que ha ejercido la tecnología en los últimos años'. El universo civil es el más importante en la Bienal. Aunque la obra de arte, sobre todo en versión mansión, no está al alcance de la mayoría. ¿Quién podría permitirse un lujo como el ático proyectado por Tadao Ando, en Nueva York? Un bloque de cemento revestido de vidrio y colocado en lo alto de un rascacielos que parece navegar en el aire. Y sin embargo, en el otro extremo de la cadena económica, es posible admirar el proyecto chino titulado Wall Comune, un complejo de casas baratas construido junto a la Gran Muralla china y diseñado por varios arquitectos y arquitectas chinos. La Bienal presenta también un proyecto de Toyo Ito, que recibirá el León de Oro del año.

Museos

Maravillan los diseños de museos que, como en el caso del Guggenheim de Bilbao, son objeto de interés por sí mismos. Del total de 19 proyectos seleccionados en Venecia, destaca la ampliación del MOMA de Nueva York, obra de Taniguschie, que estará listo en 2005, y la remodelación del Neues Museum de Berlín, de David Chipperfield. En el capítulo dedicado a la comunicación, trabajo, negocios, se puede admirar el proyecto para la nueva terminal del aeropuerto de Madrid, obra de Richard Rogers, la terminal del aeropuerto de Singapur y la Estación Central de Stutgart, del alemán Ingenhoven Overdiek.

Y no faltan los proyectos de grandes centros comerciales y de tiendas de lujo, como la realizada por Massimiliano Fuksas para el Emporio Armani en Hong Kong. Hay arquitectos, como el italiano Renzo Piano, que rechazan este tipo de encargos suntuarios y se inclinan más bien por la realización de catedrales, museos o bibliotecas. Un capítulo que ha encontrado también espacio en la Bienal, donde destaca el proyecto de Meier del Departamento y Biblioteca de Newhave, en Estados Unidos, o el Centro Cultural de Santiago de Compostela de Eiseman. El Estado es también importante patrón en el terreno de la arquitectura. La Bienal propone diversos proyectos de edificios destinados a Tribunales de Justicia, como el diseñado por Chipperfield en Barcelona y denominado, con razón, Ciudadela de la Justicia, porque ocupa la nada desdeñable superficie de 330.000 metros cuadrados y cuenta con ocho edificios.

Abundan también los proyectos de universidades y escuelas, muchos de ellos ya realidad. En el conjunto, Italia, como país que hospeda esta Next, ocupa un espacio especial, pero es patente el peso de los talentos orientales. El futuro, no hay que olvidarlo, es multiétnico y mestizo por encima de todo.