Said: "No ha sido un buen año para las opiniones críticas"

'Me siento increíblemente halagado. Me enteré por Daniel Barenboim, que me llamó a las siete de la mañana para decírmelo', comentaba ayer el intelectual Edward Said tras recibir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, en una breve entrevista telefónica. Said aseguró que pese a su enfermedad (lleva años luchando contra el cáncer) hará todo lo posible por viajar a España a recoger el galardón.

La primera reacción de Said fue cubrir de elogios a Barenboim, el director de orquesta israelí de origen argentino, con quien comparte la recompensa. 'Hay que reconocer su inmensa labor. Pocos israelíes se atreven a hacer lo que hace. Ahora está intentando organizar un concierto en Ramala, el próximo día 10, si los militares israelíes le dejan pasar. No es la primera vez que lo hace. Ya organizó otro en la universidad de Bir Zeit (al norte de Ramala) en 1999'.

Debido a su estado de salud, Said apenas trabaja ya en la Universidad de Columbia. El anuncio del galardón le sorprendió de camino al hospital. 'El premio tiene un componente andaluz, puesto que este año elegimos Sevilla para nuestro taller', un foro que Said y Barenboim crearon en 1999 y que, bajo el nombre de West Eastern Divan, reúne a jóvenes palestinos, israelíes para interpretar música y reflexionar sobre el conflicto en Oriente Próximo.

Atentados del 11-S

Afincado en Nueva York desde hace años, el escritor se mostró muy crítico con las próximas conmemoraciones del 11-S. 'Me entristecen mucho. Podría ser una ocasión para EE UU de mostrar su papel en el mundo, pero se va a convertir en una gran celebración patriótica. Es todo lo contrario de lo que necesitamos. Deberíamos tener un espíritu de comprensión y generosidad. Al final, todo esto se usará para criticar de nuevo al mundo islámico y justificar una intervención militar'.

Said asegura que 'éste no ha sido buen año para opiniones críticas' sobre la situación actual como las suyas. 'He encontrado más oposición a lo que digo, pero también he tenido algunos apoyos. No todos los estadounidenses se identifican con esta política de agresión, ni con lo que dice el presidente Bush o el secretario de defensa Rumsfeld'.

Pero lo más difícil ha sido seguir luchando contra el cáncer. 'Trabajo con dificultad. Ya no doy entrevistas, simplemente no tengo fuerzas. He estado muy enfermo. He tenido un verano muy malo, he pasado los últimos cuatro meses en el hospital. Ahora me voy al médico y tendré que volver a empezar nuevos tests a finales de mes. Pero iré a España, pase lo que pase, ya lo creo que iré'.