Alemania anuncia más controles para evitar fraudes contables

El ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Hans Eichel, anunció ayer que su partido pretende endurecer los controles para evitar manipulaciones en las cuentas de resultados de las compañías, semejantes a las ocurridas en varias grandes empresas en EE UU y muchas pequeñas en Alemania. La propuesta está centrada en la ampliación de las competencias de investigación de la Oficina Federal de Supervisión de Servicios Financieros (Bafin) y en aumentar la responsabilidad de los miembros de los consejos de administración.

Según los planes del ministro, presentados ayer en Francfort a tres semanas de las elecciones, la Bafin se convertiría en un organismo similar a la supervisión bursátil en EE UU, la Securities and Exchange Commission. La Bafin se limita ahora a vigilar a los bancos.

De ponerse en práctica la propuesta de Eichel, la Bafin se ocuparía también de 'empresas no sometidas a la ley de las entidades de crédito' y contaría con una especie de policía que examinaría los balances empresariales. Estos investigadores podrían ordenar exámenes especiales a cuentas de resultados sospechosas y estarían autorizados a rechazar la elección de auditoras por parte de las compañías.

Eichel proyecta también expandir la responsabilidad jurídica de los integrantes de los consejos de administración de las compañías, que en un futuro deberían responder personalmente no sólo por informaciones equivocadas contenidas en comunicados y publicaciones de sus empresas, sino también por lo que dicen en entrevistas y discursos.

Estas propuestas han sido bien acogidas tanto por la Deutsche Börse, propietaria de la Bolsa de Francfort, como por asociaciones de pequeños accionistas. El anuncio de ayer coincide con una coyuntura política en la que el Gobierno rojiverde, que al inicio de su mandato confió en el auge bursátil, tiene que luchar por cada voto para vencer a los conservadores en las elecciones del 22 de septiembre. La oposición conservadora volvió a lanzar ayer fuertes críticas contra Eichel, responsable a su juicio de que Alemania corra serio peligro este año de superar un déficit del 3%, previsto como máximo en el Pacto de Estabilidad. Debido a la floja coyuntura económica, el déficit en el primer semestre se situó en el 3,5%.