34 inmigrantes marroquíes desembarcan en una isla deshabitada de las Chafarinas

Una patera desembarcó en la madrugada de ayer a 34 inmigrantes marroquíes en la isla del Congreso, una de las tres que componen el archipiélago español de las Chafarinas, situado a unos cuatro kilómetros de la costa septentrional de Marruecos, cerca de la frontera con Argelia. Los extranjeros fueron localizados en los farallones de la isla, donde habían sido abandonados con la excusa de que la patera estaba averiada y llevaba sobrepeso. El Gobierno español negó ayer cualquier relación de este hecho con el incidente de Perejil y subrayó la cooperación de Marruecos para su resolución.

Los inmigrantes fueron descubiertos sobre las 3.30 de la madrugada de ayer en la zona sur de la isla del Congreso, completamente deshabitada -la única de las Chafarinas con presencia humana permanente es la de Isabel II-, pero que albergó a un destacamento militar durante la crisis del islote de Perejil que se retiró a principios de agosto.

El hallazgo fue comunicado inmediatamente a las autoridades de Marruecos, que enviaron a la zona un helicóptero Superpuma del Ejército, a bordo del cual viajaban miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) pertrechados de balsas neumáticas, ante la posibilidad de que fuera necesario un rescate de riesgo en los acantilados. Simultáneamente partió de la ciudad autónoma una patrullera de la Guardia Civil, al tiempo que viraba hacia la zona la corbeta Infanta Elena, enviada para reforzar los peñones durante la crisis de Perejil.

Los inmigrantes, que inicialmente dijeron ser argelinos, confesaron que el patrón de la patera (una lancha neumática) les obligó a bajarse en Congreso alegando que la barca llevaba sobrepeso y que sufría una avería en el motor. Cuando ya habían desembarcado todos, el traficante se dio a la fuga.

Los inmigrantes fueron llevados en el helicóptero hasta la isla del Rey (tan cercana a la de Isabel II que estuvo unida por un espigón), donde tras investigar su procedencia se llegó al convencimiento de que eran marroquíes. Ya casi al mediodía, fueron embarcados en la corbeta, que tomó rumbo hacia Melilla, a unos 50 kilómetros de las Chafarinas. Para entonces ya habían sido avisadas las autoridades marroquíes de Nador, que despacharon una patrullera al encuentro del barco español. Según fuentes militares, los marroquíes se negaron a recibir a sus compatriotas desde una embarcación militar como la Infanta Elena, por lo que previamente hubo que transbordar a los inmigrantes hasta la patrullera de la Guardia Civil, que se tuvo que abarloar con la de Marruecos para facilitar el trasiego de los indocumentados.

Las fuentes consultadas negaron que el incidente tuviera parecido alguno con el caso Perejil. 'Es un incidente de inmigración, ya que los inmigrantes, todos varones, no llevaban ni documentación, ni pancartas ni banderas ni nada parecido. Simplemente los han engañado, como ha ocurrido tantas veces', dijeron.

El portavoz y vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer al término del Consejo de Ministros que el asunto se había resuelto 'con arreglo a la lógica y el sentido común'. Rajoy precisó que la llegada de esta patera 'a territorio español' provocó una situación 'en nada diferente de la que se produce, desgraciadamente muchos días a lo largo del año, en Canarias o Tarifa'.