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Reportaje:

Incógnitas de la dinastía Al Saud

El enfriamiento de la alianza entre EE UU y el Gobierno saudí añade nuevas dudas a la compleja sucesión del rey Fahd

Ángeles Espinosa

Bajo el lujo y el despilfarro que arrastra la corte saudí entre Ginebra y Marbella, se intuye un cierto desasosiego. En un mundo que cambia con rapidez, el lento proceso de consenso que caracteriza la toma de decisiones en la familia real puede ser un lastre para Arabia Saudí. El cariz que están tomando sus relaciones con EE UU añade una nueva sombra al relevo del rey Fahd, que a sus 81 años, lleva siete apartado del gobierno.

Oficialmente, la sucesión está resuelta. No sólo en lo inmediato con Abdalá, sino 'para los próximos 20 o 30 años'. A cualquier funcionario saudí que se le pregunte, remitirá a la Ley Básica. Esta norma, otorgada por Fahd en 1992, institucionaliza que los monarcas saudíes sean descendientes del rey Abdulaziz. El sistema seguido desde la muerte de éste en 1953 ha ido dando el poder de forma sucesiva a cuatro de sus hijos y puesto que tuvo 42 varones, de los que viven 25 (el más joven, Hamud, de 52 años), aún parece haber relevo para rato.

No resulta realista confiar en que todos los hijos de Abdulaziz lleguen a reinar

Sin embargo, no resulta realista esperar que a todos ellos les llegue su turno. Las presiones modernizadoras también alcanzan a la familia real. Además, la Ley Básica establece que el rey designa al heredero, lo que introduce un elemento de incertidumbre. Y habida cuenta de las estratégicas reservas de petróleo que controlan los Al Saud y de los cambios ocurridos desde el 11-S, a partir de ahora tal vez haya que contar con el beneplácito de Estados Unidos.

Los principales actores para resolver la ecuación saudí son:

El Consejo de Familia. No es una institución legalmente establecida, pero tiene un gran peso a la hora de designar el sucesor u otras decisiones de similar relevancia. Según fuentes cercanas a palacio, se trata de un pequeño grupo -'unas veinte personas'- que reúne a los miembros más destacados de la familia y decide por consenso.

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Los Sudairi. Un clan dentro del clan. Está formado por los siete hijos que Abdulaziz tuvo con Hasa al Sudairi. Fahd es el mayor. Se apoyan entre ellos y temen perder su influencia a la muerte del monarca.

Abdalá. Medio hermano de Fahd y sucesor designado. Lleva las riendas del país desde las navidades de 1995 cuando un ataque de apoplejía hizo que el monarca le traspasara los poderes. Inicialmente, despertó el recelo de los analistas políticos que se apresuraron a acusarle de 'anti occidental'. El tiempo ha disipado ese temor. Su deseo y capacidad para suceder a Fahd han quedado ampliamente demostrados desde entonces. Pero, a sus 79 años, no es precisamente una joven promesa.

Sultán. Actual ministro de Defensa y el mayor de los sudairis después de Fahd. Según los opacos pactos familiares que distribuyen el poder, debiera ser el sucesor de Abdalá. Combina experiencia de gobierno y una considerable ambición. Aunque no se le conoce ninguna enfermedad específica, sus 78 años y, sobre todo, su enemistad con el heredero constituyen un punto de fricción en la familia

Nayef. Ministro del Interior desde 1975. También es hermano de madre y padre de Fahd. Tiene 69 años. Aspiraría a suceder a Sultán.

Salmán. Otro sudairi. El gobernador de Riad tiene no sólo la ventaja de la edad, 66 años, sino de una estupenda reputación, dentro y fuera de Arabia Saudí, de hombre capaz, trabajador y libre de corrupción.

Saud. Ministro de Exteriores. Aunque tiene 61 años, representa a otra generación, la de los nietos de Abdulaziz. Hijo del asesinado rey Faisal. Sin mucho poder, pero con gran prestigo personal y profesional. Ha apoyado a Abdalá y goza de las simpatías occidentales.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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