El Gobierno alemán aplaza la rebaja fiscal para reconstruir las zonas arrasadas por las riadas
Schröder abandona una de sus principales promesas electorales y recaudará casi 7.000 millones
El Gobierno rojiverde alemán decidió ayer aplazar la segunda fase de la reforma fiscal, uno de los proyectos bandera de la Administración, y asegurar así los 6.900 millones de euros que se destinarán a la reconstrucción de las zonas devastadas por las riadas. Ello significa que la reducción prevista en los tipos máximo y mínimo del IRPF (del 48,5% al 47%, y del 19,9% al 17%, respectivamente) se aplazará un año. Schröder admitió que esta decisión puede perjudicar la actividad económica, pero se mostró confiado en que se compense con el impulso que supondrán las labores de reconstrucción.
De lo que se trata es de dar una 'señal de solidaridad de todo el pueblo alemán con las víctimas de la catástrofe de las riadas', afirmó Schöder.
En los últimos días, en Alemania se había barajado toda suerte de propuestas para hacer frente a unos daños cuya suma total aún se ignora -el agua sigue causando gigantescas inundaciones en el centro del país-, pero que, seguramente, se elevará a miles de millones de euros. Entre las propuestas figuraba el adelanto de un plan de inversiones para el este del país, apenas previsto para 2005; una aportación obligatoria de entre 10 y 15 euros por cada ciudadano alemán e incluso un aumento del IVA. Al final, el Gobierno se decantó por una medida elegante (no implica ni un endeudamiento adicional que ponga en peligro el Pacto de Estabilidad ni conlleva nuevos impuestos), pero insólita a menos de cinco semanas de las elecciones: la congelación por un año de una reducción de impuestos ya prometida a los ciudadanos.
El Estado federal, los länder (Estados federados) y los ayunta-mientos dispondrán así de 6.900 millones de euros adicionales a los previstos. Idealmente (Schröder sólo puede hablar en nombre del Gobierno central), éstos se destinarán íntegramente a las labores de reconstrucción. El Estado federal, de esta manera, podrá aportar 1.000 millones de euros para la reparación de las infraestructuras, 1.000 millones más en ayudas directas para particulares y pequeñas y medianas empresas y otros 1.000 millones para los ayuntamientos más afectados.
El dinero adicional que permita pagos directos a los damnificados se obtendrá gracias a una congelación inmediata del presupuesto administrativo federal (50 millones), anunciada ayer por el ministro de Finanzas, Hans Eichel. Para la reparación de las infraestructuras habrá además otros 1.000 millones del Ministerio de Transportes y 1.200 millones que, según las cuentas de Schröder, proceden de la reserva que Alemania mantiene en su asignación de fondos estructurales de la Unión Europea.
Aún no se sabe qué tanto por ciento de las aportaciones provendrá del conjunto de fondos estructurales sin adjudicar hasta 2006, cerca de 5.000 millones de euros, porque de por medio están los compromisos políticos ya adquiridos por los länder beneficiarios de estos recursos en el este del país. Junto a una sustancial flexibilización del régimen comunitario en cuestiones como las licitaciones públicas y la adjudicación de subsidios, el adelanto del dinero de los fondos estructurales fue ofrecido el domingo en Berlín por el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.
Carreteras y vías férreas
Sumando todas éstas y otras partidas, Alemania cuenta ahora con más de 10.000 millones de euros de dinero público para acometer lo que probablemente será la mayor labor de reconstrucción desde la II Guerra Mundial. Semejante esfuerzo es más que necesario en vista de los primeros balances parciales de daños. El Estado federado más afectado, Sajonia, de por sí uno de los más pobres del país, notificó ayer la pérdida o avería grave de 180 puentes, 740 kilómetros de carreteras y 580 kilómetros de vías férreas. Si a ello se le suman los demás daños en instalaciones públicas -centrales eléctricas, acueductos, hospitales-, este land tendrá que invertir entre 3.000 y 5.000 millones de euros, según una experta del Ministerio de Economía sajón. Esta estimación excluye los daños causados a particulares. El portavoz de un banco regional de fomento cifra en 'varios cientos de millones' las pérdidas de las pymes de la región.
En Dresde, la capital de Sajonia, las autoridades comenzaron a entregar ayer una ayuda inmediata a quienes no dispongan de una póliza de seguros por daños de inundaciones, hayan sufrido daños por al menos 5.000 euros y no cuenten con un ingreso familiar superior a 40.000 euros anuales. A cambio de una declaración jurada, los damnificados recibirán hasta 2.000 euros por familia.
La congelación de la reforma fiscal aún requiere la aprobación del Parlamento. Cauteloso, el responsable de temas financieros en la campaña de la oposición democristiana, Friedrich Merz, dijo ayer que se trata de 'una idea sobre la que se puede hablar'.
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