_
_
_
_

La oposición a Chávez redobla su presión al Supremo venezolano

El tribunal debe volver a pronunciarse sobre el fallido golpe militar

Juan Jesús Aznárez

Tres años atrás, cuando la revolución de Hugo Chávez constituía los poderes del Estado, Primero Justicia acudió al Congreso arreando un cerdo. El cochino simbolizaba, según ese partido opositor, las marranadas observadas en la designación del Tribunal Supremo de Justicia, que ahora debe fallar sobre la implicación de cuatro jefes militares en el fallido golpe del 11 de abril.

Más información
Chávez acusa a la oposición de presionar al Supremo
Miles de opositores exigen la renuncia de Chávez en las calles de Caracas
Chávez acusa al Supremo de manipulación por no juzgar a cuatro presuntos golpistas
El Supremo de Venezuela exime del delito de rebelión a los autores del golpe de abril
El Supremo venezolano no juzgará a los militares acusados de rebelión
El Supremo de Venezuela ahonda la división del Ejército al exculpar a los jefes golpistas
Perfil:: Hugo César Chávez
Dossier:: El golpe que no tumbó a Chávez
Radiografía:: Venezuela, en cifras

'Dale un toquecito ', pide un empresario a un político de oposición en una grabación, ilegal, difundida por el oficialismo. 'El tribunal tiene en sus manos la paz de Venezuela', advirtió la diputada gubernamental Iris Vales, comandante Fosforito en las filas de la oposición. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) suda sangre en las deliberaciones y la sociedad espera sus conclusiones a cara de perro. El Ejecutivo y la Fiscalía General atribuyen a los cuatro mandos la dirección castrense de un golpe de Estado, mientras la oposición sostiene que actuaron movidos por el anuncio del alto mando de la renuncia de Chávez y ante un 'vacío de poder'. El TSJ rechazó, en dos ocasiones, por 12 votos contra 8 y 11 contra 9, las ponencias favorables al enjuiciamiento de los cuatro jefes.

El Gobierno, y su titular, y la oposición ejercen fuertes presiones, cuando no amenazas, sobre los jueces, según las denuncias presentadas por las partes. Venezuela incurrió también en el inveterado vicio de las dictaduras y de buena parte de las democracias latinoamericanas: las mayorías gubernamentales configuraron una justicia vasalla, que permitió el sobreseimiento de ladrones sorprendidos con la mano en las arcas públicas. Pero, en ocasiones, los tribunales ventean cambios gubernamentales y su interpretación de los códigos evoluciona en ese sentido.

'Esta Corte ahora, viendo a Chávez trastabillar, está medio alzadita', dice Jorge Olabarría, acérrimo opositor a Chávez. Los magistrados, antes una cuerda de borricos del Ejecutivo, ahora son héroes nacionales, o viceversa. La deserción del ex ministro Luis Miquilena, primer violín en la orquesta que configuró las instituciones bolivarianas, introdujo la diferencia. El mentor político de Chávez, y muñidor del TSJ, se llevó a la oposición a los miembros que le deben el puesto, casi una mayoría, según los análisis más fiables.

Durante su permanencia en el Ejecutivo hubiera sido improbable una sentencia contra el Gobierno. 'Hemos sido víctimas de nuestros propios errores', admitió el diputado gubernamental Juan Barreto. La composición del TSJ refleja los cambios en la correlación de fuerzas del país 'y la propia descomposición del bloque oficialista', según Teodoro Petkoff, director del vespertino Tal Cual, y agrega: 'Quienes quisieron colocar la justicia a su servicio , vulnerando la Constitución al designar los jueces, para asegurarse una Corte sumisa, no pueden reclamar nada'.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO
Un manifestante alza una pancarta contra Chávez el domingo pasado.
Un manifestante alza una pancarta contra Chávez el domingo pasado.EPA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_