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Un delincuente buscado por asesinato mata a un policía en un tiroteo en Madrid

Otros dos agentes resultaron heridos de bala y los autores de los disparos fueron detenidos

F. Javier Barroso

Salvador Lorente Sánchez, de 48 años, inspector del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, murió ayer de un tiro en el pecho cuando intentaba detener a dos supuestos homicidas que el sábado pasado mataron a cuchilladas a un camarero ecuatoriano. Uno de los supuestos criminales abrió fuego contra los tres agentes, que esperaban desde hacía horas para arrestarle. Lorente murió mientras era trasladado a un hospital. Otros dos agentes resultaron heridos de bala, igual que uno de los dos presuntos asesinos. Ambos, colombianos, fueron detenidos.

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Cuatro agentes del grupo V de Homicidios de la Brigada Judicial de Madrid estuvieron apostados desde las nueve de la mañana en un taller mecánico sito frente al número 18 de la calle de Francisco Madariaga, en el distrito de Ciudad Lineal. Estaban tras la pista de dos colombianos buscados por presunta implicación en la muerte de Eugenio Mauricio Pineda Rivera, un ecuatoriano de 36 años que murió el pasado sábado de 17 puñaladas en un bar ubicado a unos 500 metros de donde se encontraban los policías.

Los agentes inspeccionaron la zona y enseñaron el retrato de los supuestos homicidas a los vecinos de la zona. Algunos los reconocieron sin duda, por lo que los policías, de paisano, continuaron esperando a que salieran del domicilio que tenían alquilado desde el pasado diciembre en el número 18 de la calle de Francisco Madariaga.

A las 14.35 salió a la calle uno de los supuestos homicidas, Carlos Arturo Velázquez Bermúdez, colombiano de 39 años, que se dirigió al locutorio telefónico Multiservicios sin fronteras, situado frente al portal de su casa. Los policías le siguieron visualmente y cuando regresó a su portal entraron tras él y se identificaron como policías. El supuesto homicida se revolvió y sacó una pistola con la que abrió fuego a discreción. Una bala alcanzó en el pecho al inspector Salvador Lorente Sánchez, de 48 años. Otros dos proyectiles entraron por la mano derecha de un agente y en el costado derecho del otro. Uno de los policías pudo desenfundar su arma reglamentaria y reducir al agresor tras un disparo, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

'Se han oido como mínimo cinco disparos. Ha sido muy rápido y lo que nos ha extrañado es que los policías no llevaran chalecos antibalas ni tomaran más precauciones al tratar con esa gente tan peligrosa', señaló un trabajador del taller de coches donde se refugiaron los policías.

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Mientras, una agente del grupo de homicidios permanecía en la calle a la espera de que regresara al domicilio el compañero del pistolero. Se trataba de John Danilo Porras Cardona, también colombiano de 23 años, detenido el 2 de septiembre de 2000 por presunta falsificación de documentos. Según la policía, se trata del supuesto autor de las puñaladas que costaron la vida al camarero ecuatoriano. La policía, al ver el movimiento del otro sospechoso, se acercó a él y, pistola en mano, logró esposarle. Éste no iba armado.

Al lugar se desplazaron varias dotaciones de las ambulancias municipales de Madrid, Samur-Protección Civil, que estabilizaron a los heridos y los trasladaron a los hospitales de La Princesa y del Ramón y Cajal. El más grave, Salvador Lorente, entró en parada cardiorrespiratoria, por lo que tuvo que ser reanimado por los facultativos en el lugar del tiroteo. El inspector de policía murió, según fuentes policiales, camino al hospital.

Lorente estaba casado y no tenía hijos. Había recibido numerosas conderaciones, entre ellas, la medalla al mérito policial con distinto rojo, la más alta condecoración policial. Nació en la Línea de la Concepción (Cádiz) y había ingresado en el cuerpo hace doce años. Los diez últimos había prestado servicio en la Brigada de Homicidios de Madrid. 'Ha caído un gran servidor público, un profesional estupendo y sus compañeros, como todos, le van a echar mucho de menos porque han sido doce años de servicio permanente', señaló el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, quien añadió que era un policía 'equilibrado y muy profesional'. La esposa del policía asesinado es hermana de otro policía nacional destinado en Barcelona.

Los dos policías heridos permanecían ingresados anoche en el hospital Ramón y Cajal con pronóstico grave, aunque los médicos no temían por sus vidas, salvo que se presentaran complicaciones.

El detenido John Danilo Porras fue conducido a la Brigada Provincial de Policía Judicial, donde tras prestar declaración, fue trasladado a las 18.30 al domicilio en el que vivía de alquiler con objeto de estar presente en el registro policial y judicial de la vivienda. Ésta diligencia cerca de dos horas y en la misma participaron agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y de la Brigada de Policía Científica.

La policía sospecha que la muerte del camarero ecuatoriano Eugenio Mauricio Pineda puede estar relacionado con un supuesto ajuste de cuentas por un caso de tráfico de drogas, según fuentes de la investigación.

30 agentes muertos desde 1980

Desde 1980, casi una treinta de agentes del Cuerpo Nacional de Policía han muerto en acto de servicio. Sus fallecimientos se han producido en general durante casos relacionados con atracos. Cinco de ellos murieron en la Comunidad de Madrid. El primero se produjo el 1 de julio de 1983, cuando uno de los atracadores de una administración de fincas de la localidad madrileña de Alcobendas mató al agente del Cuerpo Nacional de Policía Fernando Fernández Feijoo, quien se encontraba casualmente y de paisano en la oficina de dicha administración. Enrique Gallego, inspector de Policía, murió el 15 de noviembre de 1989 a consecuencia de las heridas producidas tras recibir una paliza que le propinaron dos atracadores en un pub de Madrid en el que se encontraba fuera de servicio. El agente del Cuerpo Nacional de Policía Juan Hernando Sanz murió el 12 de diciembre de 1996 en el transcurso de un atraco cometido en la Caja de Ahorros de la madrileña calle de Hermanas Alonso Barceló, en el barrio de Carabanchel. El 26 de julio de 2001 el agente del Cuerpo Nacional de Policía Fernando Roncero, de 44 años, murió al ser tiroteado por uno de los dos atracadores, ambos con permiso penitenciario, que intentaban asaltar una sucursal de la Caixa en Móstoles (Madrid). Albacete, Lleida, Zaragoza, Burgos, Valencia, Terrassa, Hospitalet, A Coruña, Vilanova i la Geltrú, Bilbao, Barcelona, Alicante, Gijón, Marbella y Granada fueron escenario también de la muerte de agentes del Cuerpo Nacional de Policía por la delincuencia común en los últimos 22 años. Con la muerte de Salvador Lorente Sánchez, inspector de policía de 48 años, son 42 los homicidios registrados en la Comunidad de Madrid este año. El último se produjo el pasado sábado, cuando fue asesinado de 17 puñaladas un camarero ecuatoriano, Eugenio Mauricio Pineda Rivera, de 36 años. El inspector Lorente y sus compañeros estaban trabajando en la detención de sus supuestos homicidas cuando cayó abatido.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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