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Cinco hospitales españoles planean ensayos clínicos de trasplantes de islotes pancreáticos

Bernat Soria y otros científicos anuncian la creación de una red para trasplantar células beta

Dice Bernat Soria que es una vergüenza que en España no exista un programa de ensayos de trasplante de islotes pancreáticos para tratar la diabetes. Y es que el trasplante de islotes es la esperanza inmediata para que los diabéticos olviden las inyecciones de insulina. Los islotes de Langerhans contienen las células beta, que producen la insulina. Se conocen desde hace más de un siglo, y desde hace más de 20 años se han intentado trasplantar; sin mucho éxito, es cierto, ya que en la década de 1990 la tasa de éxito era del 14%. Pero el 27 de julio de 2000, James Saphiro, del grupo de trabajo de Edmonton, en Canadá, anunció en The New England Journal of Medicine que había trasplantado a siete diabéticos y que al año ninguno necesitaba insulina. Había nacido el protocolo de Edmonton y la carrera entre una veintena de centros de todo el mundo para conseguir que el trasplante de islotes fuera una realidad. España, que no estaba en la línea de salida, empieza ahora a dar los primeros pasos con el proyecto de cinco hospitales de planificar ensayos clínicos de trasplantes de islotes pancreáticos.

El trasplante de islotes es la primera esperanza para que los diabéticos dejen la insulina
El equipo de Saphiro utilizó más de un donante por cada receptor
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Sin embargo, España está muy avanzada en otra carrera: la de la obtención de islotes pancreáticos a partir de células madre. Y lo está gracias a las investigaciones de Bernat Soria, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Mientras esta posibilidad avanza con dificultades, en España cada año hay unos 250 donantes potenciales de páncreas que no se aprovechan.

De ahí la conclusión que saca Soria. 'Es una vergüenza', ha dicho en Santander, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en un curso sobre Trasplante de órganos y células abdominales. Allí, Soria y otros expertos españoles anunciaron la creación de una red nacional de trasplante de islotes. 'Se trata de empezar a andar, a coordinarnos, a hablar el mismo idioma entre distintos equipos que conocemos el tema', explica Daniel Casanova, profesor de Cirugía de la Universidad de Cantabria y uno de los impulsores de la red.

Junto con Soria explicó que a finales de junio pidieron financiación a la Fundación para la Investigación Sanitaria, dependiente del Ministerio de Sanidad, para empezar 'a planificar ensayos clínicos'. Los cinco centros (los hospitales Carlos Haya, de Málaga; Valdecilla, de Santander; Clínico de Madrid, el de Tenerife y la Universidad de Elche) integrados y sus impulsores esperan la respuesta y tener en breve dos centros más en el proyecto, en Barcelona y Oviedo. Como explica Soria, será el segundo intento: 'Hace 15 años ya creamos un grupo para estudiar los islotes, pero como no cuajó, lo dejamos porque parecía que no daba buenos resultados'. Ni Soria, que será el coordinador, ni Casanova, quieren ponerse plazos. 'No se trata de vender que en dos días vamos a estar como en Minnesotta', dice Casanova.

En Minnesotta está David Sutherland, el mayor experto del mundo en trasplante de páncreas para tratar la diabetes. También pasó por Santander. Sutherland, presentó resultados aún más alentadores que los del Saphiro: 'En el último año hemos suministrado a 15 pacientes un trasplante de islotes. De ellos, 13 no necesitan insulina. Pero lo mejor es que hemos usado un solo páncreas por receptor'.

El equipo de Saphiro, aparte de cambiar la terapia inmunosupresora que acompaña a cualquier trasplante y modificar la técnica de extracción de los islotes, utilizó más de un donante por cada receptor.

Sutherland critica este aspecto: 'Utilizar dos órganos para un donante para hacer trasplante de islotes no tiene sentido. Es verdad que es menos invasivo que un trasplante de páncreas, pero aun así significa que estás dejando a un paciente sin tratamiento'. Aludió además al alto coste de cada páncreas. 'Incluso en un sistema como el español, en el que no paga el paciente, alguien en Madrid iba a decir que estamos locos. Es demasiado caro', afirmó. Por eso Sutherland eligió para sus trasplantes a pacientes con bajo peso y que necesitaran pocas unidades de insulina.

Sin embargo, nadie duda de que es cuestión de tiempo la mejora de la técnica. Por supuesto, no lo duda Thierry Berney, del Hospital Universitario de Ginebra, que lleva 10 años haciendo trasplante de islotes en uno de los centros de referencia: 'Ya sólo hay que mejorar la técnica de extracción de islotes, hacerla más eficaz, asegurarnos que lleguen más islotes al páncreas, que no se pierdan en el camino... El transplante de islotes para aquellos diabéticos que no normalizan su situación con la insulina no es el futuro, es el mañana'.

Berney, convencido, explicó en el Palacio de Magdalena sus resultados: 'En Ginebra hemos tratado a cuatro pacientes con el protocolo de Edmonton y tres de ellos ya no dependen de la insulina; el cuarto espera su segunda transfusión y esperamos que acabe por no depender de la insulina. Antes los resultados eran mucho peores, aunque tenemos un paciente que lleva seis años sin insulina'. Fue un curso de gran nivel y en el que los participantes mostraron muchos de sus últimos resultados.

Transfusión con anestesia local

Thierry Berney habla de transfusión porque en la técnica quirúrgica tiene poco de transplante. Con una aguja y un catéter se perfunden a la vena porta los islotes, que, de ahí, llegan al páncreas. El paciente sólo precisa anestesia local, y sale por su pie al poco rato. Sí tiene que ver con un trasplante la terapia inmunosupresora para evitar el rechazo. Este tratamiento aumenta el riesgo de infecciones, principalmente víricas, y de tumores. David Sutherland, tras explicar los riesgos de la inmunosupresión, la defiende: 'Si alguien lleva mal el tratamiento con insulina y no consigue regular la glucemia, puede ser más peligroso una bajada de glucosa conduciendo o los problemas metabólicos por los cambios en los niveles de glucosa que la inmunosupresión'. Su esposa, Vanessa, que le hace de intérprete, asiente. Es diabética y conoció a Sutherland cuando éste le hizo un trasplante de riñón y páncreas. Sutherland lleva 20 años apostando por el trasplante de páncreas. Asegura que, 'aun sin querer jugar a ser Jesucristo, la historia está de nuestra parte al hablar de los trasplantes de islotes'. Y añade: 'Lo que está claro es que si a un paciente le han trasplantado el riñón, el trasplante es mejor que la insulina, porque ya toma medicación inmunosupresora'. Las complicaciones de riñón son frecuentes entre los diabéticos. Por eso cada vez más, los médicos apuestan por trasplantar a la vez el riñón y el páncreas. Bernat Soria, en camisa de manga corta y con un avión casi esperándole para ir a otro congreso, es aún más radical y da por hecho que el trasplante de islotes será una realidad extendida en breve. Si no lo creyera no intentaría conseguir cultivos de islotes a partir de células madre. Y da datos: 'Siendo muy optimistas, podríamos tratar en España a 200 pacientes al año con páncreas de donantes; actualmente hay 100.000 pacientes con diabetes tipo I y cada año hay 3.000 nuevos casos sólo en España. Vamos a necesitar fuentes alternativas'.

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