Una delegación de alto nivel de la CIA visitó Madrid durante la 'crisis del Perejil'

No es ningún secreto que EE UU ha jugado un papel esencial en el arreglo de la crisis del Perejil entre España y Marruecos, dos países aliados de Washington y esenciales en su estrategia de lucha contra el terrorismo. Pero buena parte de los movimientos de esta negociación siguen en penumbra. Una delegación de alto nivel de la principal agencia estadounidense de inteligencia, la CIA, visitó Madrid la semana pasada, coincidiendo con el punto álgido de la crisis. De su lado, el Gobierno español hizo el gesto de remitir el viernes a las Cortes el convenio militar con EE UU, firmado hace más de tres meses.

En apariencia, se trata de hechos sin relación entre sí, que sólo por casualidad habrían coincidido en el tiempo y el espacio con la crisis del Perejil y las intensas gestiones del secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, con el Rey de Marruecos, Mohamed VI, y la ministra española de Asutntos Exteriores, Ana Palacio, para desactivar una situación explosiva en un lugar estratégico como el estrecho de Gibraltar. Pero todos ellos arrojan luz sobre los intereses y relaciones de Rabat y Madrid con su aliado trasatlántico.

La semana pasada, coincidiendo con la operación militar española sobre el disputado islote, visitó Madrid una delegación de alto nivel de la CIA, encabezada por su director adjunto y mano derecha del máximo responsable de la agencia, George J. Tenet. El objeto de la visita no era abordar el contencioso con Marruecos, sino las investigaciones en torno a la presencia en España de miembros de la red Al Qaeda.

Sin embargo, según las fuentes consultadas, es muy probable que la delegación de la CIA se interesase por la posición española en el conflicto. EE UU tenía información de primera mano sobre el propósito español de recuperar militarmente Perejil. No sólo porque vigila muy de cerca todo lo que sucede en el Estrecho, sino porque la base elegida para concentrar, ya el martes por la noche, a los boinas verdes que ejecutaron el asalto heliotransportado al islote fue la de Morón de la Frontera (Sevilla), una de las dos que albergan tropas de EE UU.

Quizá también por casualidad, la visita de la delegación de la CIA coincidió con la detención en Madrid y Castellón de cuatro presuntos miembros de Al Qaeda, a los que se incautaron grabaciones de edificios emblemáticos de EE UU, incluidas las propias Torres Gemelas. Las tomas se realizaron en 1997 y el juez Garzón las ha considerado 'información preliminar' para los atentados del 11 de septiembre.

También Marruecos ha colaborado con EE UU en la lucha contra Al Qaeda. Tres saudíes y cuatro marroquíes fueron detenidos en mayo pasado bajo la acusación de preparar atentados contra buques estadounidenses y británios en el Estrecho. Los atentados se realizarían, según esta versión, lanzando lanchas suicidas cargadas de explosivos desde Ceuta y Melilla. Las autoridades españolas nunca creyeron en esta hipótesis y sospecharon que Marruecos pretendía colocar Ceuta y Melilla en el primer plano de la actualidad mundial y sugerir implícitamente que el Estrecho es un lugar inseguro y que España es incapaz de controlarlo.

Precisamente, cuando Marruecos instaló un destacamento en Perejil el pasado 11 de julio, alegó que su objetivo era luchar contra 'el narcotrático, la inmigración ilegal y el terrorismo'.Las autoridades españolas creen que la ocupación de Perejil fue minuciosamente planeada por el entorno de Mohamed VI y que su presentación pública de la detención de los miembros de Al Qaeda, un mes antes de tomar el islote, era una forma de ir preparando el terreno e intentar ganarse la comprensión de EE UU.

La última coincidencia se produjo el viernes, cuando el Consejo de Ministros, en plena mediación del secretario de Estado de EE UU, remitió a las Cortes el convenio de Defensa firmado en Madrid el 10 de abril. Por el propio Colin Powell.