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Reportaje:LA RUTA DEL VINO

Las singularidades de Contino

El 'château' de CVNE goza de un microclima envidiable donde destaca el cuidado del graciano

Para hablar de Contino hay que empezar con una vista de pájaro de esta bodega y sus terrenos, a la orilla de un meandro del Ebro, en el término alavés de Laserna, muy cerca de Logroño. Desde ese observatorio privilegiado, el aficionado puede comprobar cómo, a la sombra de una pequeña colina, llamada 'La Mesa', se reparten las 62 hectáreas de viñedo, principalmente tempranillo, que surten a la marca más exquisita de la Compañía Vitivinícola del Norte de España (CVNE).

Esta mirada aérea permite contemplar cómo a los pies de una colina y hasta el río se extienden 62 hectáreas de viñedo, tempranillo fundamentalmente. Por el color de la tierra se observa la evolución desde los suelos arcillosos calcáreos en la zona más alta, que se convierten en arcilloso ferrosos para acabar en aluviales, junto al meandro del Ebro. Esta singularidad en los terrenos se comparte con una especial orientación de la zona que hace, por ejemplo, que en las propiedades de Contino sólo haya habido una helada en los últimos 25 años.

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Si el paseo panorámico busca el detalle, encontrará entre tanta cepa de tempranillo, un pequeño porcentaje, pero significativo, de graciano. Esta variedad ha sido durante años el patito feo de las uvas riojanas, con un porcentaje de plantación sobre el total que no llega al 1%. Por fin vive sus momentos de gloria. Desde 1994, Contino es uno de los pioneros, con Ijalba, en la elaboración de caldos sólo con graciano.

Superado el estudio de esta variedad, en la actualidad, el director y enólogo de la bodega, Jesús Madrazo, se está centrando en las pocas cepas de garnacha con que cuenta Contino. El objetivo, obtener los mejores rendimientos de otra uva muchas veces estigmatizada. Las investigaciones tienen lugar en ese pequeño conjunto de edificaciones históricas que se encuentra a la cabecera del viñedo.

Esta bodega no surge de la nada hace 30 años. CVNE ya les compraba la uva desde 1940 y sabía de sus características únicas, idóneas para poner en marcha en la Rioja el modelo château (en cuanto a bodega que se surte sólo de sus propios viñedos). Así fue: CVNE llegó a un acuerdo con Ricardo Pérez Calvet y su familia, propietaria de la finca, y con un 50% cada parte se constituyó Sociedad Vinícola Laserna.

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El nombre de Contino llegó más tarde. En aquel tiempo, CVNE contaba con el asesoramiento de Manuel Llano Gorostiza, que estaba elaborando la historia de la bodega con motivo de su centenario. El gastrónomo y polígrafo bilbaíno pronto se puso a investigar sobre aquella finca que contaba con restos de una almazara del siglo XV y un sala con arcos mudéjares en la bodega, también de la misma época.

Llano Gorostiza descubrió que la finca había sido propiedad del contino (soldado fiel al monarca) Pedro de Samaniego, que había recibido de los Reyes Católicos estas propiedades junto al castillo de Assa. Y por estas tierras, junto al puente romano de Mantible, también fue enterrado San Gregorio Ostiense en el siglo XI, después de acabar con la plaga de langosta que atacaba a los viñedos de Rioja. Tras el descubrimiento de estas referencias históricas, el château de CVNE cambió de nombre y logotipo: pasó a llamarse Contino y lucir la cabeza del santo benefactor en todas sus etiquetas.

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