Schröder da por zanjado el escándalo de su ministro

Los dirigentes socialdemócratas alemanes, con el canciller Gerhard Schröder a la cabeza, intentaron ayer restar importancia a la destitución del ministro de Defensa, Rudolf Scharping, por presuntos cobros ilegales y al efecto de esta crisis sobre las elecciones federales del 22 de septiembre. El secretario general del SPD, Franz Müntefering, manifestó que Schröder había demostrado su capacidad resolutiva con la destitución de Scharping y añadió que los socialdemócratas no habían tirado la toalla en la campaña electoral.

El propio canciller comentó a la cadena de televisión ARD que el relevo de su ministro de Defensa había sido una medida democrática que debía tomar. 'No espero que tenga efectos negativos sobre nuestra estrategia electoral', dijo Schröder. Los socialdemócratas gobiernan desde 1998 en coalición con Los Verdes.

No obstante, analistas como Klaus Peter Schöppner, del instituto Emnid, señalaron que 'nunca un Gobierno se lo puso tan fácil a la oposición'. Las encuestas de opinión dan como vencedor a Edmund Stoiber, candidato de la coalición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y de sus socios bávaros de la CSU.

A propuesta de Schröder, el presidente alemán, Johannes Rau, nombró ayer nuevo ministro de Defensa a Peter Struck, hasta ahora jefe del grupo parlamentario del SPD. Rau pronunció unas palabras de agradecimiento a la gestión de Scharping, un detalle que no tuvo Schröder cuando anunció su destitución el pasado jueves.

Struck participará hoy en la jura de bandera que se celebra en el aniversario del atentado contra Adolf Hitler, una de las ceremonias más importantes de las Fuerzas Armadas alemanas. En las próximas semanas, el nuevo titular de Defensa tiene previsto visitar a contingentes de tropas alemanas que se encuentran destinadas en el extranjero. Struck iniciará esta ronda de visitas en Afganistán, donde soldados alemanes forman parte de la misión de la paz de la ISAF.