Las bolsas reaccionan con tibieza a los mensajes de confianza de Greenspan

Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, dijo ayer que 'existen bases para un retorno a un crecimiento sostenido', y lo evaluó en un 3,5% o 3,75% (frente al 2,5%-3% previsto anteriormente) para este año y un 4% para el 2003. Greenspan apuntó que no hay razones para subir los tipos de interés, que llevan todo el año en el 1,75%. Pero, como siempre, apuntó que el horizonte no esta despejado: 'Aún nos enfrentamos a considerables incertidumbres sobre el reajuste en las inversiones de capital y la recuperación de los beneficios, sobre potenciales nuevas revelaciones sobre ilegalidades en la empresas y sobre posibles riesgos de acontecimientos políticos internacionales y terrorismo'.

Los mercados reaccionaron con tibieza. Esta vez no hubo euforia tras las palabras de Greenpan. Las bolsas europeas únicamente consiguieron frenar sus pérdidas. Y el Dow Jones titubeó durante toda la sesión para acabar con un retroceso de casi el 2% (el 1,92%) y el Nasdaq se dio la vuelta para perder el 0,53%, lo que no augura una recuperación clara en la jornada de hoy en Europa. Ayer el Ibex 35, que llegó a perder más del 2% de su valor, cerró en tablas, aunque cuando habló Greenspan la pérdida era inferior al 1%. Londres ganó un 0,69%; Francfort recuperó un 1,88% y fue París la única que cerró en negativo, con una pérdida del 0,18%.

Codicia infecciosa

Greenspan compareció ayer ante el Comité Bancario del Senado para realizar su comentario semestral sobre la evolución de la primera economía del mundo. Durante su intervención, arremetió contra la 'infecciosa codicia' que ha provocado una crisis en los mercados por la que Estados Unidos está pagando un alto precio. El presidente de la Fed abogó por el empleo de sanciones para cambiar conductas ilegítimas y aseguró que, una vez superadas lo que denominó como 'recientes dificultades' de la economía norteamericana, ésta volverá a crecer de forma sostenida.

Subrayó cómo la previsión que realizara en su anterior visita, hace cuatro meses y medio, se había hecho realidad. 'La economía ha encajado golpes, como la caída en los mercados y los ataques terroristas, que en ocasiones anteriores hubiesen inducido una contracción', dijo. El que no haya ocurrido ahora es prueba de su 'resistencia y flexibilidad'.

Greenspan abundó en los escándalos ante un comité del Senado muy sensible, promotor del proyecto de ley que la noche anterior había aprobado un proyecto de ley dirigido a hacer frente a la situación. '¿Por qué han fallado los sistemas de control en las empresas que funcionaron bastante bien en el pasado?', se preguntó. 'La raíz está en el rápido crecimiento de las capitalizaciones bursátiles a finales de los noventa, que generaron incuestionablemente un desmedido incremento de las oportunidades para la avaricia', fue su inmediata respuesta. 'Una codicia infecciosa pareció apoderarse del mundo de los negocios'. Los abusos perpetrados han creado unos 'mercados nerviosos', que dificultan la consecución de capital en el preciso momento en que eso es lo que necesitan las empresas y la economía para recuperarse. 'El fraude y el engaño son robos de propiedad', insistió. 'Nuestro sistema no puede alcanzar todo su potencial si las leyes por las que se rigen mercados y empresas no son vistas como justas'.

'Aunque no podamos cambiar la conducta de los responsables de las empresas, podemos modificarla mediante incentivos y castigos', dijo. Los incentivos también pueden tener efectos negativos, como ocurrió con las opciones sobre acciones de la pasada década, que 'perversamente crearon incentivos para inflar las ganancias para mantener altas y al alza las cotizaciones'. A preguntas de los senadores, el presidente del banco emisor de Estados Unidos no quiso pronunciarse sobre la evolución de la relación euro-dólar. 'La particular relación de los tipos es completamente arbitraria', dijo. 'No tiene ningún significado económico. Les rogaría que hicieran esa pregunta al secretario del Tesoro'.

Greenspan aplaudió las propuestas legislativas del Senado y terció en el debate sobre la pertinencia de contabilizar como gastos las opciones sobre acciones. Les recomendó que es más importante legislar con cautela que hacerlo con precipitación.