Los líderes de Serbia, Bosnia y Croacia se reúnen por primera vez

Los jefes de Estado de Serbia, Croacia y Bosnia-Herzegovina pasaron ayer la página de las guerras yugoslavas que ensangrentaron los Balcanes durante toda la década de los años noventa. Los líderes de las tres repúblicas se reunieron ayer por primera vez en tiempo de paz y eligieron Sarajevo, capital bosnia, como escenario. Como países vecinos, acordaron reforzar las relaciones comerciales y acelerar el retorno de los refugiados por las guerras.

Los miembros de la presidencia colegiada de Bosnia-Herzegovina: Beriz Belkic (bosnio musulman y presidente de turno), Zvko Radisic (serbio) y Jozo Krizanovic (croata), se reunieron ayer bajo fuertes medidas de seguridad con los presidentes de Yugoslavia y de Croacia, Vojislav Kostunica y Stepan Mesic, bajo el auspicio del alto representante de la comunidad internacional, el británico Paddy Ashdown, quien resaltó que el encuentro abre un nuevo capítulo en las relaciones entre los tres países.

Se trata de la primera reunión cumbre de posguerra de los jefes de Estado de los países que en septiembre de 1995 firmaron el acuerdo de paz de Dayton, en la base norteamericana del mismo nombre, en el Estado de Ohio, con el que concluyó la feroz guerra que, entre abril de 1992 y agosto de 1995, devastó Bosnia-Herzegovina, causó más de 200.000 muertos y la huida de sus hogares de alrededor de dos millones de refugiados.

En la declaración firmada por los cinco jefes de Estado se destaca la voluntad de acelerar el proceso el retorno de los refugiados, la liberalización del régimen de visados, el fomento del comercio, la coordinación de la lucha contra el contrabando y contra el terrorismo, aumentar la cooperacion bilateral y avanzar firmemente en el camino de inserción en la Unión Europea.

La reunión, como publicó en su editorial de ayer el legendario periódico de Sarajevo Oslobodjenje, puede ser calificada como histórica porque, a pesar de que no se escucharon peticiones de disculpas oficiales a las víctimas de la guerra, subraya la voluntad política de los gobiernos de Belgrado y de Zagreb de abandonar toda ilusión nacionalista de que es posible crear, sobre el territorio de Bosnia-Herzegovina, una 'Gran Serbia' o una 'Gran Croacia'. En otras palabras, la cumbre de Sarajevo intenta sepultar definitivamente las políticas del ex presidente yugoslavo, hoy procesado como criminal de guerra en La Haya, Slobodan Milosevic, y la del difunto ex presidente croata Franjo Tudjman.

Sus sucesores, Kostunica y Mesic, invitaron a los serbios, croatas y bosnios-musulmanes a que sean leales a los países en los que viven. Mesic declaró que en las conversaciones se ha puesto énfasis en el principio de inviolabilidad de los límites estatales, tal como consta en el Acta de Helsinki. Kostunica dijo que las autoridades de los tres países han de alentar a los ciudadanos de Bosnia-Herzegovina a que participen en las elecciones generales de octubre como la mejor manera de demostrar la lealtad hacia dicho país.

El presidente de turno bosnio, Beriz Belkic, senaló que su país ha solicitado a las delegaciones de Yugoslavia y de Croacia que no apoyen las opciones políticas que plantean la separación de determinados sistemas e instituciones de Bosnia, como son las comunicaciones, la energía, la educación, los servicios de inteligencia o las Fuerzas Armadas.

Belkic agregó que la postura unificadora de la presidencia de su país fue respaldada tanto por el croata Mesic como por el serbio Kostunica.