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CRISIS CON MARRUECOS

Palacio descarta una intervención armada

La oposición excluye el conflicto del debate parlamentario sobre el estado de la nación

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, descartó ayer una intervención armada en el islote Perejil porque la fuerza, dijo, 'uno sabe dónde empieza, pero no dónde termina'. Palacio se pronunció, en cambio, por 'agotar la vía diplomática que nace del Tratado de Amistad y Cooperación de 1991, del concierto internacional y del sentido común'. Esta actitud del Gobierno volvió a merecer ayer el pleno apoyo de la oposición, que excluyó expresamente este conflicto con Marruecos del debate sobre el estado de la nación, que comienza hoy.

'Pensamos que hay cosas que son mucho más importantes, porque afectan a los seres humanos y a los ciudadanos españoles, que las que afectan a una roca o al perejil de la roca', dijo el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.

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La responsable de política exterior del PSOE, Trinidad Jiménez, manifestó igualmente que ni la situación en Perejil ni las relaciones con Marruecos merecerán más que menciones indirectas, por sus relaciones con otros temas, en las intervenciones de José Luis Rodríguez Zapatero.

Palacio, que el sábado consideró exagerado calificar la acción marroquí de 'invasión' y restó importancia a la acción marroquí, afirmando que Perejil 'es sólo una gran peña', precisó ayer en declaraciones a Onda Cero que se trata de 'un problema serio, no por la isla en sí, no por los militares en sí, sino por la forma' en que ha actuado Marruecos. La ministra expresó satisfacción por el apoyo que la Unión Europea presta a la posición española y se mostró confiada en que los argumentos europeos faciliten una pronta retirada de los gendarmes marroquíes desplegados en el islote desde el pasado jueves.

Fuentes diplomáticas indicaron que el Gobierno español no espera respuesta de Rabat hasta que mañana concluyan las celebraciones de la boda de Mohamed VI, y que tampoco es probable que el presidente del Gobierno, José María Aznar, apruebe nuevas medidas en relación con este contencioso hasta que concluya el debate sobre el estado de la nación el mismo martes.

Entretanto, hay pocos signos de actividad política. Ayer hubo rumores de una nueva reunión, celebrada en Moncloa, de Aznar con el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el ministro de Defensa, Federico Trillo, pero no fue confirmada por los portavoces gubernamentales. Toda la iniciativa diplomática se ha reconducido hacia la vía europea, ya que en todo el fin de semana no ha habido ningún tipo de contacto directo entre autoridades españolas y marroquíes. Únicamente se dieron instrucciones al embajador en El Cairo, Pedro López de Aguirrebengoa, para que explique la posición española al secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, que en el comunicado sobre la conversación telefónica que ayer mantuvo con el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, se refirió a Perejil como el 'islote marroquí de Leila', aun reconociendo su falta de información sobre el caso.

Declaraciones de Benaissa

Ana Palacio no tenía previsto reaccionar ayer a las declaraciones a la agencia France Presse de Mohamed Benaissa, ni a sus alusiones imprecisas a que España y Marruecos 'deben hablar de todo'. El Gobierno español mantiene la posición de esperar una respuesta formal de Rabat a su requerimiento de que los gendarmes marroquíes se retiren de Perejil, y prefiere no comentar las declaraciones a la prensa de la otra parte.

También se muestra decidido a agotar los plazos de espera de esa respuesta, antes de adoptar medidas policiales, comerciales o políticas para lograr su objetivo de que se vuelva a la situación anterior al pasado jueves. La oposición volvió a expresar ayer su apoyo a esta actitud. 'La ocupación de Perejil es incomprensible en términos de relación de amistad, pero no debería promover ningún tipo de conflicto. Seguramente puede tener una solución dialogada', dijo Llamazares.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, aconsejó que se agote 'toda la vía diplomática', exigió a Marruecos que 'abandone de forma inmediata el islote' y reiteró el 'apoyo inequívoco' de su partido al Gobierno.

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