La granizada caída en Lleida arrasa más de 6.000 hectáreas de frutales

La huerta de Lleida ofrecía ayer un panorama desolador, con toneladas de fruta por el suelo. Las dos fuertes tormentas de granizo que cayeron el viernes por la tarde afectaron a 6.000 hectáreas de frutales, según el informó el Departamento de Agricultura. El sindicato agrario Unió de Pagesos cifró en 9.000 las hectáreas afectadas. Los daños producidos por las granizadas oscilan entre el 60% y el 100% de la cosecha de fruta dulce, sobre todo de pera limonera, melocotón, nectarina y, en menor medida, manzana. La piedra, que llegó a alcanzar el tamaño de un huevo, ha caído en el peor momento, cuando la campaña de recogida de fruta está en el punto álgido.

El consejero de Agricultura, Josep Grau, aseguró que la zona afectada 'tiene una elevada contratación de seguros' y se mostró esperanzado en que las pólizas 'cubran parte de las pérdidas'. Grau pidió a Agroseguro que 'los peritajes sean lo más justos posible'.

Por su parte, los agricultores han pedido a la compañía aseguradora que acelere la evaluación de los daños, con el fin de iniciar los trámites para cobrar las indemnizaciones y de que no resulte más perjudicada la fruta que se encuentra debajo de los árboles, que se destinará a la elaboración de zumos. El responsable de la fruta dulce de Unió de Pagesos, Josep Cabré, aseguró ayer que en las zonas donde cayeron las piedras de mayor tamaño se ha perdido el 100% de la cosecha.

Además de echar a perder la cosecha, las tormentas reducirán la contratación de temporeros porque se necesitarán menos manos en la recolección. Los agricultores han hecho un llamamiento para que los temporeros no acudan a buscar trabajo, ya que no se les podrá facilitar.

Las tormentas descargaron hacia las siete de la tarde, en sólo media hora, y cayeron básicamente en la comarca del Segrià, parte de Les Garrigues y el Solsonès. El pedrisco castigó especialmente las cosechas de municipios cercanos a Lleida, como Torrefarrera, Rosselló, Torre-serona, Alcoletge, Alpicat y Corbins. Los agricultores de algunos municipios del Baix Segre, como Massalcoreig, Seròs, Alcarràs, Torres de Segre y Aitona, que ya sufrieron otra tormenta de piedra a principios de semana, han dado por finalizada la campaña de recogida. En Les Garrigues, la piedra estropeó la vid, y en la comarca del Solsonès, otros cultivos de las poblaciones de Lladurs y Castellar de la Ribera.

Durante la tarde del viernes las tormentas de granizo afectaron también a unas 1.000 hectáreas de cereal de las comarcas barcelonesas del Berguedà, Anoia y Bages, según explicó un portavoz de la organización agraria Asaja. En el Berguedà, el pedrisco arrasó el trigo de mejor calidad, que se emplea como semilla y es el último que se cosecha.