Galtieri y Pinochet
Augusto Pinochet, de 86 años, se ha librado de la justicia por demencia senil. Su homólogo y cómplice en Argentina, Leopoldo Galtieri, que el lunes cumple 76, fue arrestado ayer en Buenos Aires, al día siguiente de que el juez federal Claudio Bonadio dictara orden de captura contra él y otros 30 militares por violaciones de derechos humanos, 'secuestros, torturas y homicidios' de una veintena de guerrilleros montoneros desaparecidos entre 1976 y 1983. La orden de detención incluye al ex jefe del Ejército Cristino Nicolaide, el ex general Pajarito Suárez Mason y a Raimundo Ojeda, ex jefe de la policía federal. Muchos de estos militares de alta graduación, casi todos en la reserva, sirvieron en el Batallón 601 de Inteligencia del ejército, tristemente famoso por sus torturas y asesinatos, y están también reclamados por Garzón desde la Audiencia Nacional. El juez Bonadio participó en la declaración de inconstitucionalidad del paraguas de impunidad que supusieron las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final dictadas en 1986 y 1987, pero derogadas por el Parlamento en 1998.
Galtieri ordenó la invasión de las Malvinas en 1982, lo que le valió una condena por negligencia de la que fue indultado por el presidente Carlos Menem en 1990. Es uno de los máximos responsables de la guerra sucia de la junta militar argentina contra la oposición. Nunca ha sido condenado por violaciones de los derechos humanos, aunque otros dos integrantes de las juntas, el ex presidente JorgeVidela y el ex jefe de la Armada Emilio Massera, están en prisión por el secuestro de hijos de desaparecidos. Sería deseable que rindiera cuenta de sus crímenes.
Pinochet y Galtieri fueron cómplices de una represión coordinada a través de tramas macabras. Pero el dictador chileno ha logrado eludir a la justicia por razones de salud mental, primero en Londres -donde estuvo bajo arresto domiciliario durante 17 meses por orden del juez Garzón- y ahora en Chile, cuya Corte Suprema ha sobreseído la causa contra él al haberle apreciado una demencia senil irreversible. En su escrito de dimisión como senador vitalicio por 'problemas de salud insuperables y el implacable paso de los años', el ex dictador ha tenido un último gesto de arrogancia y desprecio hacia sus víctimas al remitirse al juicio de la historia y justificar el cruento golpe de Estado de 1973 por la defensa 'de la soberanía, la seguridad nacional y la paz de nuestro pueblo'.
Los que cooperaron con Pinochet en los crímenes de su régimen continúan inculpados en diversas causas. Aún hay víctimas y familiares de víctimas de estas dos dictaduras que reclaman que se haga justicia, sin necesidad de aguardar a un juicio que la historia ya ha dictado.
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