El Fondo Global sólo garantiza tratar a 450.000 enfermos en cinco años

Con el paso de los días se diluyen las esperanzas de lograr un compromiso para frenar la pandemia del sida en la conferencia de Barcelona. En el ecuador del congreso, sólo el Fondo Global, impulsado por la ONU, ha presentado un plan a gran escala con financiación concreta. Pero sólo garantiza tratar con antirretrovirales a 450.000 personas de los países pobres en un plazo de cinco años. Los infectados en estos países son hoy cerca de 37 millones.

La distancia entre las disponibilidades y las necesidades es abismal. El Fondo Global para el Sida, la Malaria y la Tuberculosis tiene aportaciones comprometidas por valor de poco más de 2.700 millones de euros de los que sólo 1.600 serán para luchar contra el sida. Con esta cantidad, sus responsables pretenden duplicar el número de personas en tratamiento en el conjunto de los países pobres, y en el caso de África multiplicarlo por seis.

Pero estos incrementos, aparentemente boyantes, se desinflan cuando se traducen a números concretos. En África, donde hay casi 30 millones de personas infectadas por el virus, sólo 30.000 reciben ahora tratamiento. Con el plan del Fondo, en 2007 llegaría a 180.000. En el conjunto de países en desarrollo sólo 230.000 de los 37 millones de afectados reciben ahora antirretrovirales. Pero mitad de ellos son personas infectadas de Brasil, país que cuenta con varios acuerdos con las empresas farmacéuticas para fabricar antirretrovirales a precios reducidos.

Onusida augura que se pueden producir 45 millones de nuevas infecciones hasta el año 2010, la mayoría de ellas en los países pobres. En este contexto, las ONG resaltaban lo poco realista que les parecía el objetivo anunciado anteayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de dar cobertura, en el horizonte de 2005, a la mitad de los enfermos ya diagnosticados de sida en el Tercer Mundo que necesitan tratamiento urgente. La OMS calcula que unos seis millones se encuentran en esta situación. La OMS no precisó cuánto costará realizar su objetivo ni de dónde obtendrá los fondos. 'Se marcó un farol', decían portavoces de ONG. El director del departamento de VIH/Sida de la OMS, Bernhard Schwartländer, admitió ayer que la organización deberá confiar en los grandes organismos 'con presupuestos gigantes', como Onusida y el Fondo Global.

Pero mientras no lleguen los antirretrovirales, los países deberán confiar en la prevención cómo única vía para frenar la pandemia. Helene Gayle, directora del programa de Sida de la Fundación Bill Gates, reclamó ayer más dinero para fomentar las prácticas sexuales seguras y las otras formas de prevención. 'En 1993 la OMS cifraba en 1,5 millones de dólares la inversión necesaria en políticas de prevención. Ahora se necesitan 4,5 millones. ¿Esperaremos a que esta cifra vuelva a multiplicarse?'.

Esta falta de inversión por parte de los países ricos motivó ayer una nueva protesta en la conferencia de Barcelona. Alrededor de 50 activistas de diferentes ONG boicotearon la intervención del secretario de estado para la Salud de Estados Unidos, Tommy Thompson, quien tuvo que pronunciar su discurso entre silbidos y acusaciones de 'asesino', y críticas a la política de la Administración de George W. Bush sobre el sida.