Messier abandona Vivendi entre acusaciones de fraude contable

El título de Vivendi Universal se hundió ayer en los infiernos, al caer un 25,52% en Bolsa bajo el peso de la rebaja de la calificación de su deuda por dos agencias financieras -Moody's la sitúa al nivel de los bonos basura- y de la revelación por el diario Le Monde de un intento de 'embellecimiento' de las cuentas de 2001, que fue abortado por la autoridad bursátil francesa. La dirección de Vivendi aseguró que las cuentas fueron formuladas, tanto en Francia como en EE UU, conforme a las normas de las respectivas autoridades, y desmintió toda mala intención en su tratamiento contable.

La acción del segundo grupo mundial de comunicación llegó a caer ayer hasta un 40% en algunos momentos, arrastrando a la Bolsa de París al mayor desplome del año (-4,15%) en medio del clima de pánico sobre la fiabilidad de sus cuentas. La jornada terminó sin que se reconociera ningún hecho concreto sobre la presunta alteración de las cuentas de 2001 finalmente publicadas por Vivendi Universal, si bien subsisten las dudas sobre los procedimientos que condujeron a su formulación. Estas son las claves de la jornada vivida ayer en París:

- Imputación de Le Monde. En una información muy matizada, el rotativo reveló un intento de Vivendi Universal para 'maquillar' o 'embellecer' sus cuentas de 2001, aunque sin acusar directamente al grupo de Jean-Marie Messier de haber incumplido norma alguna. La información publicada se refiere a la cesión de 400 millones de acciones de Vivendi en la televisión británica BskyB, en cumplimiento de una condición impuesta por la Comisión Europea para autorizar la fusión entre Vivendi, Canal Plus y Seagram (dueña de los estudios Universal). La operación permitía a Vivendi ceder sus títulos a precios de mercado, reduciendo los costes fiscales.

Vivendi consultó a sus auditores, Andersen (también implicada en los casos Enron y WorldCom) y Salustro, sobre el tratamiento contable que debía darse a la operación. La inclusión de la misma en las cuentas de Vivendi modificaba su resultado en un importe de 1.500 millones de euros y aumentaba el endeudamiento; si consolidaba la deuda en sus cuentas, éstas entraban por primera vez en números rojos, mientras que de lo contrario continuaría en beneficios. La cuestión tenía mucha importancia cuando se planteó, en el otoño de 2001, época en que, siempre según Le Monde, no se había decidido aún la 'Operación Verdad' que dio por resultado una evaluación a la baja de todos los activos que estaban sobrevalorado, y que condujo a declarar unas pérdida históricas de 13.597 millones de euros.

Andersen preparó un complejo tratamiento que permitiera al grupo declarar beneficios, pero a ello se opuso el otro gabinete, que alertó a la autoridad bursátil. Esta dio la razón al que se oponía a la operación. Las cuentas fueron formuladas tal y como recomendó la COB, que decidió arreglar silenciosamente el asunto.

- Desmentido de Vivendi. El grupo afectado contraatacó con una nota: 'Contrariamente a las alegaciones publicadas por Le Monde, Vivendi Universal ha aplicado estrictamente las reglas contables para el tratamiento de la cesión de BskyB en sus cuentas de 2001', aseguraba. El comunicado detallaba las recomendaciones de la autoridad bursátil francesa y precisaba que ya había informado de ello en los estados financieros de 2001, mencionando la ausencia de objeciones por parte de la autoridad bursátil de EE UU.

- Confirmación de la COB. Tras reconocer que las normas francesas son más exigentes que las norteamericanas, la Comisión de Operaciones en Bolsa de Francia (COB), la CNMV francesa, confirmó su intervención en el caso, al tiempo que trató de tranquilizar a los mercados sobre la realidad del ejercicio de 2001 tal como fue publicado finalmente. Para la COB, las cuentas consolidadas de Vivendi Universal, al 31 de diciembre de 2001, 'no tuvieron en cuenta la plusvalía de esta operación [la de BskyB] ni su impacto favorable sobre la deuda del grupo Vivendi'.

Este tratamiento contable fue el producto de conversaciones 'entre ese grupo [Vivendi], sus comisarios de cuentas y la COB', cuyo contenido 'no comenta', aunque sí confirma que la decisión final 'difiere de la presentación contemplada inicialmente por Vivendi Universal'.

- El peso de la deuda. El título de Vivendi comenzó a caer antes de esa sucesión de acontecimientos, después de que Moody's rebajara la calificación de su deuda a un nivel similar al de los bonos basura (en la jerga de Moody's, la calificación de 'Baa3' pasó a 'Ba1') y de que Standard & Poor's rebajaba la calificación del endeudamiento a largo plazo de 'BBB' a 'BBB-'. La Bolsa maltrató también a los bancos BNP Paribas, Société Générale y Crédit Agricole, comprometidos con la deuda de Vivendi Universal, de 17.000 millones de euros.