_
_
_
_

Messier pide una indemnización millonaria

La inquietud por la situación de Vivendi Universal se traslada ahora al conjunto del personal del grupo de comunicación, enfrentado a las incertidumbres sobre el futuro. En su filial Canal Plus Francia se ha organizado una asociación de asalariados que quiere defender la identidad de la cadena, a cuya cabeza figura, entre otros, Bruno Gaccio, autor emblemático de los guiñoles.

Messier debe precisamente a los guiñoles el apelativo de J6M, que él mismo asumió en el título de la autobiografía publicada en 2000, en el momento de su máximo esplendor. Fueron los guiñoles de Canal Plus los que comenzaron a ironizar sobre él, denominándole Jean-Marie Messier Moi-Même Maître du Monde (Jean-Marie Messier, Yo-Mismo Dueño del Mundo), expresión en cuyas iniciales en francés se descubren seis emes.

Más información
Messier abandona Vivendi entre acusaciones de fraude contable
Vivendi pierde más de un tercio de su valor en dos días tras anunciar fuertes pérdidas

El ex Dueño del Mundo ha tratado de negociar las condiciones de su rendición en los últimos días. Según informaciones de la prensa francesa, el presidente dimisionario de Vivendi se encuentra prácticamente en la ruina, cuando aún no ha cumplido los 46 años. Hace dos años se endeudó en 25 millones de dólares para adquirir medio millón de acciones de Vivendi Universal, pero la cotización del título se ha desplomado (17,80 euros valía la acción ayer en París). Messier habría intentado negociar una indemnización equivalente a dos años de sueldo, es decir, en torno a 10 millones de euros, según estimaciones de los sindicatos, además de un procedimiento de protección contra posibles persecuciones judiciales derivadas de su gestión.

Messier prefiere ahorrarse hoy la reunión del consejo de administración de Vivendi Universal en la que debe producirse el relevo, según dijo a un grupo de colaboradores del grupo durante unas palabras de despedida.

Tanto en esa intervención como en una entrevista publicada por el diario Le Figaro, Messier atribuye las dificultades de Vivendi Universal a 'cierto número de manipulaciones, procedentes de algunos accionistas', cuyos nombres no cita.

El hasta ahora presidente ha dedicado sus últimas intervenciones a predicar que el grupo no debe ser desmantelado y debe preservar 'la fuerza y la originalidad' de estar presentes a ambos lados del Atlántico.

Renunciar a esa estrategia equivaldría a 'renunciar a la gran ambición de un grupo francés en el mundo', argumenta en dirección al patriotismo galo, un sentimiento siempre a flor de piel en este país.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_